Ganar y jugar bien, la consigna española

Pocos hinchas hay más exigentes que los españoles, que ahora doblan su apuesta para Sudáfrica. Porque a España ya no sólo se le pide ganar su primer Mundial de la historia, sino hacerlo con buen juego.

A ello se refirieron este lunes David Villa y Sergio Ramos, a la espera del debut del miércoles ante Suiza. Pero lejos de entenderlo como una exigencia desproporcionada para una selección que nunca ganó un Mundial, los internacionales españoles lo aceptaron como un elogio.

"¿Que si es presión que nos pidan ganar y jugar bien? En absoluto. La exigencia siempre está dentro de nuestros valores. Se exige ganar y jugar bien porque la gente ve que podemos jugar bien. Y eso es positivo. No es presión, sino un halago", declaró hoy Villa.

El triunfo en la Eurocopa marcó un antes y un después de la selección. Antes, los hinchas españoles pedían un título para compensar tantas decepciones acumuladas. Pero una vez conseguido, su exigencia fue más allá.

Lo curioso es que se le pida tanto a una selección que ni siquiera puede presumir de haber jugado una final de un Mundial.

Pero la realidad es que el hincha español se siente orgulloso de ver cómo desde todo el mundo se alaba su estilo, y más después del poco espectáculo visto hasta ahora en el Mundial.

En este sentido, un jugador aparece en boca de todos cuando se habla del estilo de España y se llama Xavi. "Es quien marca los tiempos en el equipo, el que da equilibrio. Dentro del vestuario tiene mucha personalidad y experiencia. Aparte de un compañero es un gran amigo", reconoce el lateral Sergio Ramos.

Lo principal es ganar

España no sólo defiende el buen juego desde el punto de vista estético, sino también como la vía más segura de conseguir triunfos. No quiere ser como la Holanda de 1974 o el Brasil de 1982, selecciones que generaron admiración pero que no consiguieron la gloria del triunfo en un Mundial.

"Tenemos un estilo mantenido desde hace años. Llegamos al éxito con ese estilo. No es sólo que el estilo sea bueno, sino que también lleva al éxito. Tres años y una sola derrota", resume Villa.

España aguarda su debut en el Mundial con las expectativas por las nubes después de ganar por 6-0 a Polonia en el último amistoso jugado antes de viajar a Sudáfrica.

Aquel fue un mensaje de autoridad, pero también redobló la exigencia de una hinchada que ya no se conforma con cualquier cosa. Los jugadores lo saben y hasta lo disfrutan.