Freno a una "inestabilidad absurda"
Castro anuncia que tomará "las medidas que tenga que tomar" para bajar la tensión accionarial.
José Castro alzó la voz en el aeropuerto de San Pablo para anunciar que tomará las medidas que estime oportunas para poner fin a lo que tilda de "inestabilidad absurda", en referencia a la batalla judicial que libra con su vicepresidente, José María del Nido Carrasco, y el grupo accionarial que éste representa. Un asunto que tendrá su cénit en la Junta de Accionistas, el 9 de diciembre.
"Es algo que no es agradable. En Sevillistas de Nervión unos tenemos una idea y otros, otra, pero sólo puedo decir que yo he trabajado, trabajo y trabajaré por la estabilidad del club y me da igual las demandas que me pongan. Tengo claro lo que tengo que hacer y que sin estabilidad no habría habido triunfos en esta entidad. Pero que no quepa duda de que no me temblará el pulso para tomar aquellas decisiones que tenga que tomar", comentó antes de embarcar destino Düsseldorf, donde la expedición marchó por carretera hasta Mönchengladbach.
El máximo mandatario sevillista fue preguntado por la convivencia diaria en el club. "A mis 57 años no he tenido nunca un pleito judicial y desde diciembre, por intentar mantener la estabilidad, tengo varios. Evidentemente el día a día no es nada agradable, el vicepresidente no está en el club cada día, hace su cometido en las áreas que tenga que hacer, pero es una situación que no es buena para el club y desde luego tomaré todas las medidas que tenga que tomar para que esta estabilidad no continúe". ¿Inclusive dejarlo fuera del consejo? "Ya llegará la Junta y ya veremos qué es lo que ocurre. Quedan todavía dos semanas y yo soy hombre de consenso, no de guerras. Nunca lo he sido y nunca lo seré. Estoy abierto a cualquier solución, pero no a cualquier precio, sino al que garantice la estabilidad. Hace casi 20 años que trabajo por esta estabilidad, desde que entré en la plataforma Salvemos al Sevilla, y voy a seguir haciéndolo".
A Castro le incomoda este asunto cuando, en su opinión, no hay motivos para ello: "En las dos últimas temporadas el club funciona bien, en lo social, en lo económico, en lo deportivo.... Hay discrepancias accionariales que tendremos que resolver. A ver si somos capaces de arreglarlas porque, si no, el presidente tendrá que tomar la decisión que tenga que tomar. Es lamentable que tengamos esta situación que no conduce a nada y, sobre todo, para la que no hay motivo ninguno. No hay lugar para una estabilidad absurda que lo único que hace es dar una imagen de la entidad que no es real".
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