Contra Francia y la historia

España se medirá con Francia en un partido continental con cuentas pendientes y toda una semifinal de la Eurocopa en juego. La ciudad de Donetsk será testigo de uno de los duelos más esperados del torneo. España quiere venganza y Francia ansía la resurrección después de años de travesía por el desierto.

La selección española nunca venció a la francesa en partido de competición: ni en la final de la Eurocopa 84, ni en las eliminatorias de clasificación para la Eurocopa 1992, ni en la primera fase de la Eurocopa 2000, ni en el Mundial de 2006. Lo que sucede es que nunca antes como ahora disfrutó de un momento tan dulce, en la cima del fútbol mundial. Con un triunfo ante Francia, España derribaría uno de sus últimos estigmas y avanzaría hacia su nuevo sueño: convertirse en la primera selección en completar un ciclo de dos Eurocopas y un Mundial.

Además, la campeona de Europa y el mundo se siente observada. Es el rival a batir. Todos sus adversarios cambian su sistema para frenar la brillantez de su centro del campo. Y Vicente del Bosque mantiene la identidad. El mismo equipo. Ante Francia puede repetir por primera vez en cuatro años de seleccionador un once titular en tres partidos consecutivos.

Para Francia, el reto tampoco es pequeño: regresar a la élite después de años próximos a la vergüenza. El recuerdo del último Mundial, con el motín de los jugadores contra el seleccionador, todavía está marcado a fuego en su piel.

En las horas previas al choque, toda España vuelve a especular con la alineación de Vicente del Bosque, objeto de múltiples debates desde que comenzó la Eurocopa. ¿Jugará con un 9? ¿Será éste Fernando Torres? ¿Volverá a apostar por un esquema sin delanteros? ¿Reservará a algún jugador fatigado? Muchas incógnitas por resolver.

A horas antes de que comience el partido, la mayor duda se centra en ver si jugará con Torres o si será Cesc el elegido. El resto de los futbolistas serían prácticamente los mismos que vienen jugadando desde el comienzo, con Iniesta asumiendo un papel estelar. Lo único seguro es que España seguirá fiel a su estilo, inquebrantable ante cualquier rival, sea Francia, Alemania o Croacia. Otra cosa es si su fútbol de toque obtiene la profundidad necesaria para generar ocasiones claras de peligro.

Del Bosque insistió en citar a sus jugadores para la historia. "Como futbolistas no tenemos mucho tiempo. Nunca debemos estar satisfechos y debemos aspirar siempre a lo más alto", dijo el seleccionador a la edición de ayer del diario alemán Bild.

Mientras, a Francia le entraron las dudas con su derrota ante Suecia tras 23 partidos invicta. Tantas, que es muy probable que Laurent Blanc, su técnico, vaya a apostar por una táctica más precavida ante España.

El once de Blanc se parecerá más al de Italia que al de Croacia. Ambos hicieron daño a España, y Francia buscará lo mismo con mucho despliegue físico y acierto en ataque. Koscielny sustituirá al sancionado Mexes en el centro de la defensa. Si se decanta por un centro del campo más defensivo jugarían M'Vila, Alou Diarra y Cabaye. El ataque será para Benzema, Ribery y Nasri.

Aunque lo de Suecia fue algo más que una derrota. Además de perder por un claro 0-2, en los minutos posteriores resucitaron los fantasmas de Sudáfrica 2010 con la discusión en el vestuario entre Ben Arfa y Blanc. "Hubo artillería pesada en el vestuario. Se despertaron viejos fantasmas", admitió el pasado miércoles Malouda.

Quizás el conflicto tras el duelo ante Suecia sirva de acicate para un equipo bleu en construcción que en la primera fase ante Ucrania logró su primer triunfo en un gran torneo desde el Mundial de Alemania 2006.

El nuevo proyecto de Blanc necesita un gran golpe para reafirmarse y crecer para volver a brillar en el panorama del fútbol europeo a nivel de selecciones. Ganar a España lo sería. Por su parte, La Roja ansía una victoria que le permita enterrar una buena ristra de malos recuerdos y dar otro paso hacia delante a un nuevo hito en la historia grande que escribe desde hace cuatro años.