Espanyol-Barcelona | Del corro de la patata a la violencia extrema contra los campeones
Fútbol | Liga Santander
Los futbolistas del Barcelona quisieron celebrar el título de una forma que no era la recomendada ni por su entrenador, Xavi, ni por las fuerzas de seguridad y eso dio lugar a un altercado vergonzoso por parte de los radicales del Espanyol
Ultras del Espanyol impiden la celebración del Barça en el césped
La jornada 34 tenía un final previsible a falta del Betis-Rayo Vallecano que se disputa en la noche de este lunes en el Benito Villamarín. Lo lógico era que el Barcelona se proclamara matemáticamente campeón de Liga en el estadio de su eterno rival de la ciudad, el Espanyol, y encima dejara a éste herido de gravedad camino de la Segunda División. El triunfo de los azulgranas por 2-4 en el estadio de Cornellà-El Prat confirmó esos pronósticos y lo que sucedió después también entraba dentro de las quinielas.
Las especulaciones indican que existía un pacto previo entre todas las partes para que la celebración de los futbolistas del Barcelona se produjera en el interior del vestuario y posteriormente, en este lunes, por las calles de la ciudad. Seguramente las fuerzas de seguridad habrían aconsejado que así fuera a la vista de la situación tan tensa que se vive en la acera espanyolista, pero en la euforia del momento no fue así.
Mientras Xavi Hernández se abrazaba con los miembros de su cuerpo técnico tras conquistar su primer título liguero como entrenador del Barcelona, los futbolistas y muchos integrantes de la entidad se fueron al centro del campo del estadio para hacer un corro de la patata gigantesco. Estaban en su derecho de expresar la alegría, claro que sí, pero también era muy previsible que esto provocara un conato de violencia en unos graderíos demasiado calientes por la situación que padece el Espanyol.
No se trata de justificar la violencia, por supuesto que no, porque ésta era condenable desde todos los puntos de vista posibles y lo que se vivió después fue una verdadera muestra de la degradación de la sociedad. Pero lo cierto es que el propio Xavi había advertido a los suyos de esa posibilidad y de que era mucho mejor dejarlo todo para el interior del vestuario.
Lo que sucedió fue que mientras los futbolistas del Barcelona festejan en el centro del campo de manera ostentosa, uno de sus hombres más significativos, el uruguayo Ronald Araujo, se da cuenta de lo que está sucediendo en la grada de los ultras del Espanyol y advierte a sus compañeros para que salgan corriendo hacia el interior de los vestuarios.
La huida de los futbolistas del Barcelona es veloz, casi como si estuvieran pegando un esprint más dentro del partido, y, afortunadamente, se pudieron salvar del ataque de esos salvajes más radicales. Incluso las imágenes muestran que uno de ellos, descamisado, se llega a colar en el interior del vestuario, aunque las diferentes fuerzas de seguridad lo devuelven con prontitud hacia el césped y parece que incluso es detenido.
Los hechos, afortunadamente, no pasaron a más, pero la escena que se inicia en ese corro de la patata gigantesco e innecesario pudo pasar a un incidente mucho más grave por la violencia extrema de esos hinchas ultras a los que muchos le adjudican una ideología cercana a las consignas nazis.
El Espanyol habla de provocación
El expresidente del RCD Espanyol Joan Collet calificó este lunes de "provocación" la celebración del título de LaLiga Santander que los jugadores del Barcelona hicieron sobre el césped del RCDE Stadium, tras ganar el derbi (2-4).
"Creo que fue una provocación. Por todo lo que se había acordado y por todo lo que pasó. Lo reconoció el propio Xavi, que probablemente no lo tendrían que haber hecho", afirmó Collet en el programa 'El món' de RAC1.
Al final del derbi, la plantilla azulgrana y su cuerpo técnico celebraron con una rueda en el centro del campo la conquista del título, un festejo que se interrumpió después de que decenas de seguidores blanquiazules saltaran al terreno de juego. Gracias a la ayuda de los Mossos d'Esquadra y de la seguridad privada del estadio, los jugadores del Barça ganaron el túnel de vestuarios sin comprometer su integridad física.
Sin embargo, "en el contexto" en el que se disputó el derbi, "con un equipo que se está jugando el descenso y tiene pie y medio en Segunda División", Collet cree que la celebración se tenía que haber evitado. "Cuando se acaba el partido y los jugadores se abrazan, sale toda la gente del banquillo... entonces nadie dijo nada. Se había llegado a un acuerdo de club. La segunda parte (de la celebración) sí que fue una provocación, reconocida por ellos mismos, y nosotros caímos. ¿A qué viene hacer la rueda? Fue una provocación", insistió.
Además, Joan Collet apuntó que el Barcelona no hizo caso de los Mossos d'Esquadra que, según él, "fueron los primeros" en pedirles que no celebraran el título de aquella manera. "Si los Mossos te dicen que no pases por una calle, porque te pueden robar, y al final te roban, naturalmente se ha de culpabilizar al agresor, pero ya no tendrías que haber pasado", concluyó el expresidente de la entidad blanquiazul.
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