España, con la sevillana Maribel Pérez, logra un histórico quinto puesto en 4x100
Atletismo | Mundiales de Eugene
El equipo de relevos volvió a batir su propio récord nacional con 42.61
El equipo español de relevos 4x100 formado por Sonia Molina-Prados, Jaël Bestué, Paula Sevilla y la sevillana Maribel Pérez logró en Eugene un histórico quinto puesto en la primera final de la historia para un cuarteto femenino español y con un tiempo de 42.58 volvió a batir el récord nacional que habían establecido en las series con 42.61.
La final arrojó la sorpresiva victoria de Estados Unidos con 41.14, un equipo sin medallas individuales pero que batió a las grandes figuras jamaicanas (41.18). La medalla de bronce fue para Alemania con 42.03, y Gran Bretaña no terminó, por lesión de Dina Asher-Smith.
El gran récord nacional que habían dejado como carta de presentación en la segunda serie (42.61) obró el milagro de que España estuviera presente por vez primea en la final femenina de 4x100 metros, y la distribución de calles premió al cuarteto español con el honor de salir por la calle 4 entre dos grandes potencias: Estados Unidos a la izquierda y Jamaica a la derecha.
España partía con la quinta mejor marca de la temporada y en esa posición terminó la primera final de su historia.
Resumen de la penúltima jornada
El portugués Pedro Pablo Pichardo, campeón olímpico, se ratificó este sábado como el mejor saltador de triple del momento al ganar con 17,95 metros la final de los Mundiales de Atletismo de Eugene, en una jornada, la penúltima, que devolvió al podio, ahora como campeona de 5.000, a la etíope Gudaf Tsegay, que había sido segunda en 1.500.
Pichardo, de origen cubano, necesitó un solo intento para lograr la mejor marca de la temporada y ratificó su gran forma deportiva con los otros dos mejores saltos de la final; 17.92 en su segundo intento, y 17.57, en el tercero. En la sexta vuelta, con el oro asegurado, hizo 17.51.
El campeón fue escoltado por Hugues Fabrice Zango, de Burkina faso, con 17.55, y el chino Yaming Zhu (17.31), lo cual repitió el podio de los Juegos Olímpicos de Tokio, pero con Zango, bronce en Japón, por encima de Zhu, plata. Ambos hicieron su mejor registro de la temporada.
Cinco días después de ser segunda en 1.500 metros, Tsegay se proclamó campeona de los 5.000 con un tiempo de 14:46.29, batiendo en el esprint a la keniana Beatrice Chebet (14:46.75) y a otra etíope, Dawit Seyaum (14:47.36), que se benefició del esfuerzo realizado por sus compatriotas relevándose durante toda la carrera.
La también etíope Letesenbet Gidey, plusmarquista mundial de 5.000, 10.000 y medio maratón, que aspiraba aquí a un doblete mundial después de haber ganado los 10.000 metros, arribó quinta a la meta con 14:47.98, justo por delante de otra favorita, la neerlandesa Sifan Hassan (14:48.12), doble campeona olímpica en Tokio, que había sido cuarta aquí en el 10.000.
El keniano Emmanuel Kipkurui Korir, campeón olímpico de 800 hace un año en Tokio, trasladó su hegemonía a los campeonatos del mundo con su victoria en 1:43.71, batiendo en el esprint al canadiense Marco Arop (1:44.28), que en los últimos metros fue adelantado también por el argelino Djamel Sedjati, que remató muy fuerte.
El keniano de 17 años Emmanuel Wanyonyi, campeón mundial sub-20 e invicto en las cinco carreras que había disputado este año, se quedó a 26 centésimas del podio, cuarto.
La eliminación de los dos campeones del mundo, el español Mariano García (en pista cubierta) y el estadounidense Donavan Brazier (al aire libre) y la lesión del líder mundial del año, Max Burgin, dejaba la final de 800 muy abierta, aunque el pronóstico apuntaba como favoritos a Korir, dotado de un poderoso esprint.
Sobre la pista en la que en 2017 ganó el título de la NCAA, Korir aguantó el tirón largo de Arop para rematarlo a la salida de la última curva. El campeón panamericano canadiense, que había gastado mucho en los 400 metros anteriores, fue atrapado por el argelino Sedjati, campeón de los Mediterráneos de Orán, que llegó desde atrás con hambre de medallas.
El granadense Anderson Peters, que ya hizo historia al proclamarse campeón mundial de jabalina en Doha 2019, escribió un nuevo capítulo al revalidar su título en Eugene con un lanzamiento de 90,54 metros, relegando al segundo puesto al campeón olímpico, el indio Neeraj Chopra (88,13). La medalla de bronce fue para el checo Jakub Vadlejch con una marca de 88,09 metros.
La penúltima jornada terminó con dos sorpresas en las finales de relevos 4x100 metros.
En la masculina, dos defectuosos intercambios del equipo anfitrión permitieron al de Canadá, liderado por Andre de Grasse en la última posta, alzarse con una inesperada victoria en la final de relevos 4x100 metros con una marca de 37.48, la mejor mundial del año.
Canadá, que ya fue campeona del mundo en Gotemburgo'95 y Atenas'97, recuperó la corona mundial con un cuarteto formado por Aaron Brown, Jerome Blake, Brendon Rodney y Andre de Grasse.
En el equipo estadounidense, Christian Coleman entregó defectuosamente a Noah Lyles, quien pasó el testigo a Elijah Hall y este, a su vez, con problemas a Marvin Bracy, que no pudo remontar ni un centímetro a De Grasse.
La medalla de bronce fue para Gran Bretaña (37.83), que llegó por delante de Jamaica (38.06)
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