Enganchar a Llorente

El riojano, que nunca ha ganado en El Madrigal, afirma estar listo físicamente para ayudar al equipo en la dura fase que afronta. El delantero, en deuda: "Quiero devolver tanto cariño".

Foto: Juan Carlos Vázquez
Foto: Juan Carlos Vázquez
E. Florido, Sevilla

28 de octubre 2015 - 16:46

El Sevilla está a punto de embocar noviembre y aún no ha eclosionado uno de los futbolistas que más expectación levantó cuando fue contratado en agosto. Después de que Konoplyanka se subiese al carro en Manchester y, definitivamente, ante el Getafe, el otro jugador que despertó una ilusión como no se recordaba por Nervión aún está ansioso por devolver lo que él entiende que ha sido un inmenso cariño, por parte del club, de la afición, de la ciudad. Por donde va levanta pasiones y este miércoles tuvo una nueva prueba de ello con motivo de la presentación de los nuevos trajes oficiales en pleno centro. Hasta un pilar que goza del favor de la afición como Krychowiak se ensombrece a su lado. Es Llorente y quiere engancharse ya. "El cariño que me han dado ha sido increíble. No veo la hora de que llegue mi mejor momento para devolver todo ese cariño", dijo.

Precisamente una de las tareas que tiene por delante Unai Emery es enganchar al delantero riojano, al que unos problemas en los aductores han lastrado su concurso durante septiembre y octubre. Por ello, pese a debutar como titular nada más aterrizar en Sevilla por delante de Gameiro ante el Atlético, apenas acumula 303 minutos, de 810 posibles, en las nueve primeras jornadas, con el escaso bagaje de un gol, el de la frustrada reacción ante el Celta. En Champions ni siquiera ha podido debutar. Permaneció en el banquillo ante Mönchengladbach y City y ni siquiera viajó a Turín. "Afortunadamente estoy mejor, llevo una semanita entrenando con el grupo y con ganas de coger la forma lo antes posible, porque esta pequeña lesión me ha cortado el crecimiento que llevaba y no me ha dejado estar como me habría gustado", argumenta Llorente, que no cree que haya tenido ningún problema de adaptación al sistema de juego del Sevilla de Emery. "Si no llega ser por la lesión creo que las cosas irían diferente. Una circunstancia así lo cambia todo y ahora lo único que pienso es en estar lo mejor posible", dice en defensa propia.

El Madrigal puede ser el inicio de una nueva fase para Llorente, quien, curiosamente, jamás ha logrado ganar un partido allí en Primera División. En siete jugados con el Athletic, perdió seis y empató uno, el último que estuvo en Villarreal, con gol suyo (2-2, 26-02-12). El martes visita el Manchester City Nervión, que posteriormente recibe al Madrid, el domingo a las 20:30. Emery debe repartir los esfuerzos, aunque Gameiro está en racha... y ser la referencia ofensiva del Sevilla se ha puesto carísimo. Pero Llorente le da la vuelta a la disquisición de los delanteros y torna la respuesta hacia lo colectivo. "Viene un momento importantísimo; primero, el Villarreal, un rival directo que nos saca cinco puntos y queremos recortar distancias e ir subiendo poquito a poco en la clasificación y ponernos donde este club debe estar, en los puestos de arriba".

Lo que sí tiene claro el futbolista es que está con "más que ganas" de devolver tanto cariño, una forma eufemística para referirse al supercontrato que firmó por tres temporadas tras desligarse de la Juventus. Eso también pesa, como la desventaja que tiene el Sevilla con los puestos de Champions, el objetivo tácito del club. "No pensamos en eso, vamos pensando que tenemos que ir ganando en cada partido para ir subiendo poco a poco. Siguiendo la línea que llevamos vamos a ir para arriba". Su problema, justamente, es que esa línea ascendente ha llegado sin su concurso. "Necesitábamos tiempo para conocernos y ya el equipo está mucho mejor, en el último partido se vio un gran Sevilla y tenemos que seguir en esa línea". Ahora falta que futbolistas como Llorente también ayuden a diseñar esa línea. Es el reto del propio jugador y de Emery.

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