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Los nuestros | Alejandro Rodríguez, jugador del CB Morón

Con más minutos y más confianza que en la campaña pasada, Alejandro Rodríguez, de 21 años, empieza a sobresalir en el Club Baloncesto Morón

Alejandro Rodríguez, a punto de lanzar a canasta en suspensión. / M.G.
Antonio Durán

28 de octubre 2019 - 06:10

A veces un buen jugador sólo necesita un contexto adecuado para demostrar que lo es. Pese a su juventud, Alejandro Rodríguez (Sevilla, 1998) está siendo la gran sensación del Club Baloncesto Morón en este arranque de campaña. Con el apoyo de un técnico que le ha tendido la mano, este versátil ala-pívot formado en las categorías inferiores del antiguo Caja San Fernando está siendo la gran baza ofensiva del cuadro moronero. Si el curso pasado su promedio de minutos en el parqué no llegaba a los 19, ahora Alejandro pasa más de 28 en él. “Estoy con la confianza que me han dado tanto mi entrenador como mis propios compañeros. Este año confío mucho más en mí y eso se ve reflejado en los resultados”, reconoce.

Empezó a encestar con nueve años, en categoría benjamín. “Yo entonces jugaba al fútbol en el colegio, como hacían todos los niños de mi clase. Hasta que un día mi padre, que siempre había jugado al baloncesto y quería que yo lo probase, me llevó a unas pruebas en el Caja y me cogieron”, comenta. Alrededor de una década pasó en la cantera del también conocido como CB Sevilla, ahora con la marca Betis. Y fue hace cuatro temporadas cuando pasó a las filas del Morón.

"Este año estoy con la confianza que me han dado el entrenador y los compañeros y eso se refleja en los resultados”

Después de tres campañas en un rol secundario, en la presente Alejandro está viviendo sus mejores momentos como jugador moronero. Sus números han crecido de un modo exponencial y en las siete primeras jornadas de LEB Plata ha promediado 13,7 puntos y 7,1 rebotes por partido. Para Alejandro, la autoconfianza con la que está jugando tiene que ver, sobre todo, con el tiempo que pasa en pista. “El año pasado y los anteriores no tenía tantos minutos para poder mostrar y este año, por suerte, sí los tengo”, admite.

En esta línea, señala el mérito de su entrenador, Antonio López, que está apostando fuerte por él. El técnico hispalense tomó las riendas del Morón a mediados del curso pasado. “Antonio, desde que llegó, habló conmigo y me dijo que yo tenía que ser un tío importante. El año pasado tuvimos una baja por dentro, nos quedamos sólo tres pívots y ya tuve más minutos a final de temporada, ya se vieron resultados”, resalta Alejandro. “También este año, cuando habló conmigo para renovar, me dijo que este año tenía que dar un paso adelante, que tenía que confiar más en mí mismo y tomar más tiros”.

Si se le pregunta por otros técnicos que le hayan marcado así, apunta el nombre de Juanma Pino, que lo entrenó tanto de cadete como de júnior en la cantera del Caja. “Apostó bastante por mí, me dio muchos minutos y en mi segundo año de júnior pude demostrar mucho”, dice.

En aquellos tiempos, Alejandro ya se desenvolvía en la pintura, pues casi siempre ha jugado como ala-pívot. Cuestionado por sus puntos fuertes, destaca “la capacidad de leer el juego”. “Creo que en ese ámbito soy bastante inteligente para saber lo que va a pasar. Y luego tengo la virtud reboteadora. Pese a mi peso y a que me falten kilos, normalmente sé donde me tengo que colocar, tanto en el rebote defensivo como en el ofensivo”, explica. Además, resalta que en el último año ha mejorad el tiro de tres. De hecho, esta temporada está tirando con un 41% de acierto desde el perímetro. En todo caso, reconoce que “siempre hay cosas que mejorar”. Y entre los aspectos en los que cojea, señala la defensa en el poste bajo, los movimientos de ataque en esa misma zona o los tiros libres.

Ahora mismo, a sus 21 años y mientras cursa el segundo año de Educación Primaria, disfruta del momento que le está tocando vivir. A pesar de “viajes jodidos”, como el de este fin de semana a Gijón, a Alejandro se le nota feliz. “Es mi cuarto año aquí y me están saliendo bien las cosas”.

La LEB Plata, una liga altamente competitiva

Esta es la cuarta temporada de Alejandro Rodríguez en el Morón. Y a estas alturas conoce de sobra la dureza de la LEB Plata. Por eso cuando se le pregunta por una meta u objetivo responde desde la cautela. “El objetivo que hablamos muchas veces entre nosotros es ir partido a partido, aunque suene muy cholista esto”, dice acordándose de Diego Simeone. “Al fin y al cabo en esta liga todos los equipos son muy parecidos. Y cualquier día, el que creías que era peor te gana o el que va líder pierde con el que va el último”, argumenta. No obstante, admite que la idea es asegurar la salvación cuanto antes y así evitar la fase de permanencia que el equipo tuvo que disputar en la 18-19.

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