Emery tira de hermetismo

el derbi sevillano

El técnico no desliza pista alguna y se remite a valorar la trascendencia de "un partido único y diferente" y a "respetar mucho al Betis" pese a su situación y su merma.

Unai Emery, con rostro serio, en la ciudad deportiva del Sevilla.
Unai Emery, con rostro serio, en la ciudad deportiva del Sevilla.
Eduardo Florido / Sevilla

23 de noviembre 2013 - 05:02

Encerrado con sus jugadores en la ciudad deportiva, a cal y canto salvo la visita motivadora de José María del Nido con cinco aficionados el jueves, Unai Emery no abandonó ese hermetismo del que ha querido rodear a sus futbolistas en su comparecencia de ayer. El técnico vasco habló de las pulsiones emocionales de un partido que calificó de "único y diferente". Pero no pasó de ahí. Ni un desliz, ni una pista sobre el estado de los jugadores que han llegado de las repescas mundialistas, sobre el sistema a emplear o sobre la posición de Rakitic, ese gran enigma. Eso sí, habló de prudencia y respeto máximo al rival, pese a sus posibles bajas y a su situación clasificatoria.

Es derbi y todo queda en un segundo plano excepto los condicionantes de la fibra sensible y la preparación concienzuda, en extremo secreto, que está llevando a cabo. El imponente factor externo y su reconducción hacia una respuesta positiva es lo que más preocupa a Emery, que descartó cualquier tipo de confianza por el precedente del 5-1 del curso pasado o por la situación de colista del Betis: "La ilusión de este partido es muy grande, la afición nos lo recuerda al salir por la ciudad y eso es positivo; a partir de ahí, debemos ser prudentes y respetuosos. Tenemos que esperar el mejor nivel de juego del Betis, olvidarnos de la situación clasificatoria y pensar que va a haber muchas emociones, y no dejarnos llevar por la euforia de la afición o por los momentos de los dos equipos, sino centrarnos en que es un partido único y diferente, y que se juntan muchas circunstancias en el césped que tenemos que superar. Las emociones trascienden y tenemos que tener un equilibrio en el campo para estar en el partido".

Entre esos condicionantes emocionales está el que muchos jugadores, en una plantilla tan renovada, afronten su primer derbi: "Los dos equipos acogemos este derbi con mucha ilusión, y muchas ganas de ganar el partido y hacer felices a nuestras aficiones, en nuestro caso la sevillista. El hecho de que haya muchos nuevos en el derbi también es positivo como inicio para jugadores que querrán estar mucho tiempo participando en estos derbis y que el domingo sentirán lo que supone un partido de esta dimensión en Sevilla". Para combatir la confusión del novato, los veteranos y canteranos se han encargado de dar una guía rápida sobre este partido: "Los que llevan más tiempo y están más identificados irán transmitiendo al grupo lo que supone ganar, son más que tres puntos, los dos equipos manifiestan muchos intereses hacia sus aficiones. Hay que tener en cuenta que es un partido donde juega más gente, somos partícipes muchos, todos lo jugamos y sabemos lo que supone para la afición".

Otro factor importante es el estado de sus jugadores y qué once utilizará, con especial mención del lugar en que se situará Rakitic. A puerta cerrada la respuesta, como todos los entrenamientos: "Que entrenemos a puerta cerrada es por la proximidad del rival, para que no haya información". ¿Pero tiene claro el once a dos días del partido? Ni mu: "Hemos trabajado con todos los jugadores para que todos estén preparados". Ni un detalle más: "Hemos preparado toda la semana para que todos los jugadores sepan lo que tienen que hacer si les toca jugar. Mañana y el domingo ya implantaremos lo que queremos del once". Evidentemente, no iba a desvelar si Rakitic jugará como en Cornellá, adelantado, o como lo viene haciendo en casa, por delante de la defensa: "Es un jugador que viene actuando más atrasado o más adelantado según la necesidad del equipo y las características del rival, lo está haciendo muy bien en las dos posiciones". Y punto.

Mel anunció que Jorge Molina y Rubén Castro "ahora mismo no están para jugar", un dato que no varió un ápice el discurso de Emery: "Nosotros respetamos al Real Betis independientemente de quién esté en el campo, la dificultad del partido va a estar en el Betis y todos sus integrantes, nos basamos en nosotros y en el respeto al otro. Tenemos que ser capaces de sacar nuestras cualidades por encima". Por más que se le insistía al técnico, no había forma de cogerlo en un desliz. "Tenemos máximo respeto a la plantilla del Real Betis y nuestra intención única es prepararnos para los jugadores que puedan salir y prepararnos para que nuestro juego esté claro y manifiesto sobre el terreno".

Esas posibles bajas pueden despertar un optimismo peligroso por lo que tenga de espejismo. Pero eso sólo sucederá de puertas afuera. Dentro está bien atado este asunto, según Emery, que no comparte en absoluto la opción de una victoria fácil ni que el Sevilla sea claro favorito: "Nosotros no pensamos así, tenemos que dejar la libertad de la afición, que tengan sus ilusiones y sus esperanzas optimistas, pero nosotros somos muy cautos y prudentes y vamos con mucho respeto, será un partido muy difícil y en tal conciencia la preparamos".

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