Emery y la rotación perfecta de 2016

El técnico ha repartido los esfuerzos y el resultado es una final más una sola derrota en 21 partidos

Iborra y Krohn-Dehli atienden las instrucciones de Emery.
Iborra y Krohn-Dehli atienden las instrucciones de Emery.
E. Florido Sevilla

16 de febrero 2016 - 05:02

Unai Emery ha sacado con sobresaliente la primera fase dura del año 2016. Con la apretura del calendario propia de los primeros meses del año había que poner a prueba la competitividad de una plantilla que ha ido recuperando efectivos, pero también ha perdido a un jugador titularísimo como Krychowiak y algunos de sus fichajes estrellas se han caído del cartel. Sin embargo, hasta en esto está encontrando soluciones un club que supo darle salida a Immobile y solucionar la renovación de Juan Muñoz. Con enero llegó el reto de la Copa del Rey y el Sevilla ha subido muchísimas revoluciones con las eliminatorias intersemanales. La consecuencia ya se sabe: clasificación brillante para la final de la Copa del Rey y ascensión al quinto puesto de la Liga.

Detrás de este exitoso primer mes y medio del año 2016, en el que el Sevilla ha disputado ya 13 encuentros (nueve victorias, tres empates y una sola derrota, la única en los últimos 21 partidos), está la forma en la que Emery ha ido repartiendo esfuerzos para ir metiendo, cada tres o cuatro días, un once inicial con hasta seis o siete caras nuevas cada vez. De esta forma se garantizaba tener las piernas de sus jugadores lo más frescas posibles. Por ejemplo, y sólo tomando como referencia el último partido liguero y la vuelta de la semifinal copera, fueron seis los futbolistas que entraron nuevos ante Las Palmas: los dos laterales, Mariano y Tremoulinas, por Coke y Escudero; los dos medios: N'Zonzi y Cristóforo, por Iborra y Carriço; y los dos interiores: Reyes y Konoplyanka, por Vitolo y Krohn-Dehli. Pero, comparando el once que jugó en Balaídos la Liga y el domingo ante los canarios, también había cinco cambios: Fazio, Escudero, Carriço, Krohn-Dehli y Llorente. ¿Qué quiere decir esto? Pues que Emery no es que tenga un equipo A y uno B, uno para la Liga y otro para la Copa o, ahora, la Liga Europa, sino que va colocando y quitando piezas según las necesidades del equipo, de los propios jugadores y las circunstancias de cada partido.

De esta rotación perfecta ha salido en las dos últimas citas Llorente. El delantero estaba dando síntomas de estar fuera de forma y es probable que Emery le haya pedido que pare para que se ejercite y recobre su mejor tono antes de volver al equipo en una nueva etapa que se antoja igual de preñada de partidos y emociones. El jueves visita el Molde el Sánchez-Pizjuán y es posible que Llorente vuelva a la convocatoria. Ahora llega la segunda parte de febrero y de este inicio de año tan apretado. La Liga Europa exigirá nuevas rotaciones.

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