Educador de una generación de oro

Desde el jueves anda un grupo de jóvenes grandullones en el retiro de Guadalajara, cuartel general de la concentración de la selección española sub 17, que encara a comienzos de mes en Hamburgo el Mundial de la categoría después de ganar el verano pasado el Europeo sub 16. Diego Ocampo, tras una semana de reposo en Orense con la familia, traslada su rol de ayudante de Joan Plaza en el Cajasol para tomar el mando con esta generación de oro.

"Esta tarde -por ayer-, invitaré a los chavales a una hamburguesa para que den una vuelta, que ya empiezan a estar cansados de tanta ensalada y pasta", comenta el técnico gallego, quien discierne el trabajo con estos jugadores nacidos en el 93 respecto a los profesionales de la ACB: "Tengo a siete jugadores de más de dos metros y la gente alta suele madurar un poco más tarde. Son muy niños, la principal problemática para entrenar son los exámenes. Hay que hacerlos estudiar y estar encima de ellos, que sepan que la vida sigue cuando acaba el baloncesto. En Sevilla estamos pendientes de Sastre y Satoransky, pero aquí de todos. Estoy como si fuera un educador. Los profesionales, básicamente, inculcamos los valores y a los chavales les digo que hay cosas que no se pueden negociar: ser buen compañero, el esfuerzo, la intensidad... Estoy muy apoyado por mis dos ayudantes y por Aníbal, el delegado".

La satisfacción por lograr altas cotas llegan con el Cajasol y con los jóvenes cachorros de España: "Llenan las dos cosas. Aquí trabajas un mes y mi objetivo es llegar a hacer el mejor equipo posible. Seguramente no vayan los mejores 12 jugadores, pero sí el mejor grupo. Ellos crecerán a diario con sus clubes, mientras que yo debo encontrar el mejor equipo. No trabajamos para el oro, sino para ser mejores cada día. No me importa tanto el resultado, sino el proceso. Hay cosas que en un mes no puedes enseñar a un jugador. Les digo que lo importante es hacer las cosas bien. Y así vienen los resultados. En el Caja, al ser ayudante, mi rol es diferente, aunque mis valores personales son los mismos".

Sus principales preocupaciones en la instrucción previa al campeonato son "lidiar con las idas y venidas de los niños por los exámenes, que resta concentración, e ir de favoritos. El año pasado, en el Europeo de Lituania, llegamos de tapados y fuimos creciendo. No podemos evitar que seamos campeones de Europa. Nuestra idea es olvidar el pasado y focalizar el presente, aislarnos de todo y pensar que ganar hace un año ya es pasado".

Viaja la selección el 30 de junio a Alemania y el 2 de julio debuta contra Corea del Sur, en teoría el más débil de los rivales de grupo: "Polonia tiene un buen equipo, Alemania juega en casa y en el torneo de Mannheim fueron terceros, mientras que Australia y Canadá siempre cuentan con bloques sólidos. Hay mucha igualdad en el campeonato. No veo favoritos salvo Estados Unidos".