Dueños de sus destinos

El derbi devuelve el crédito perdido a Emery, gracias al triunfo, a su rectificación táctica y a su positiva apuesta por Reyes, que recupera su carisma en su primer partido como titular en Liga.

Diego Martínez, ayudante de Unai Emery, en un rondo con Vitolo, Fazio, Reyes y Bacca, protagonistas activos del gran triunfo en el derbi.
Diego Martínez, ayudante de Unai Emery, en un rondo con Vitolo, Fazio, Reyes y Bacca, protagonistas activos del gran triunfo en el derbi.
Eduardo Florido / Sevilla

26 de noviembre 2013 - 05:02

El holgado triunfo en el derbi dibuja un nuevo panorama en el Sevilla por varios motivos. En primer lugar, por lo que significa de recuperación del crédito perdido para Unai Emery, artífice de la goleada por cómo planeó el partido sobre la rectificación táctica que ya ensayó con éxito en Cornellà-El Prat y por los hombres que escogió para ello, entre los que sorprendió la irrupción de Reyes. Y en segundo lugar, por lo que supuso de reivindicación para un futbolista que, en su primer partido como titular en la presente Liga, hay que recordarlo, se reencontró con una afición que ya dudaba de su capacidad.

Se puede decir sin pecar de excesivo que Emery y Reyes fueron los grandes ganadores individuales del derbi. El técnico vasco empezó a reconducir su peligrosa situación en el triunfo ante el Espanyol, día en que realizó un giro hacia un fútbol más pragmático, quizá llevado por la delicada situación que en ese momento tenía y también algo condicionado por la baja por sanción de M'Bia.

Aquel mediodía en Barcelona, el Sevilla de Emery logró el primer triunfo a domicilio en la Liga 13 meses y pico después del anterior gracias a la disposición táctica que se le venía exigiendo, de forma casi unánime por el entorno del club. No sólo eso. Dejó a un lado su idea primigenia de generar el fútbol desde la defensa, desde el portero incluso, dio órdenes a los laterales para que fijaran más su posición defensiva y tabicó el centro del campo con Iborra y Carriço. Incluso arregló la inoportuna lesión de Pareja retrasando al portugués para meter a Cristóforo en la medular y mantener intacto un esquema que repitió en el derbi con similares protagonistas. En este caso, con M'Bia junto al medio valenciano.

La lógica del fútbol le volvió a dar la razón al técnico sevillista, incluso con sendos goles de sus dos medios centro, como en una especie de refrendo al camino tomado. Una senda que le ha permitido concatenar un triunfo a domicilio y otro en casa por primera vez desde que se sienta en el banquillo sevillista. E incluso puede que haya dado con la pareja ideal de medios, en la que Iborra mantiene más la posición y está siempre atento a las coberturas y M'Bia presiona y crea un escalón adecuado en la creación de juego gracias a su buen trato del balón.

También coadyuva a esa recuperación del crédito por parte de Emery su apuesta por un futbolista al que mucho creían ya de vuelta. Pero Reyes volvió a demostrar que su talento futbolístico no se ha depauperado tras la lesión que sufrió el pasado 1 de agosto. Desde entonces y tras una larga recuperación de dos meses, el utrerano reapareció en los partidos europeos, con sendas titularidades ante el Slovan Liberec. Fue convocado por primera vez tras su lesión el 24 de octubre, en Valladolid, pero no jugó. Sí lo hizo, como titular, cuatro días después en Liberec y ya dejó detalles, que confirmó en el siguiente partido europeo ante el mismo rival. En Liga apenas salió un rato al final de la goleada sufrida en el Bernabéu y fue un recambio testimonial ante el Espanyol: apenas 10 minutos en Liga. Hasta su irrupción en el derbi.

Quizá Emery tenía guardado en la manga el as de Reyes sabiendo que el Betis se obcecaría con Rakitic. Con el utrerano en la derecha, el Sevilla encontró el camino del triunfo. Y con este acertado planteamiento, ganaron todos: el equipo, Reyes y el propio Emery, que ahora sólo tiene que ir puliendo la base que ya, por fin, ha encontrado. Materia tiene.

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