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La respuesta de Pablo Motos a David Broncano

Diame y Lopes, objetivos

Además de la llegada de un central, el club pretende un medio y un extremo diestro · La falta de liquidez, obstáculo.

El francés Diame presiona a James Morrison, del West Bronwich.
J. Mérida · S. Silva / Sevilla

24 de diciembre 2011 - 05:02

En el club verdiblanco nadie esconde que se necesita realizar un esfuerzo económico en el mercado invernal para apuntalar la plantilla. El objetivo de la permanencia se antoja imprescindible y cualquier esfuerzo que se pueda realizar ahora serviría para garantizar el futuro económico y deportivo de la entidad. Durante la semana, Pepe Mel, Vlada Stosic y todos los que tienen algo que decir en el área deportiva se han visto las caras con los administradores concursales para conocer la capacidad de la entidad para afrontar los posibles refuerzos. Las peticiones del entrenador han quedado encima de la mesa: un centrocampista, que sería el francés Diame; un extremo diestro, posición que podría ocupar Miguel Lopes; y el central, para lo que se pretende la cesión de Ricardo Costa.

Con esos tres refuerzos, Mel se daría por más que satisfecho, aunque cada caso tiene su dificultad, lo que podría provocar que el técnico acabara conformándose con la llegada de uno o dos de los mismos. El principal deseo del entrenador, incluso por delante del central, es la llegada de Diame. El centrocampista del Wigan finaliza su contrato el próximo 30 de junio y no tiene en mente continuar en el equipo inglés, por lo que su salida en enero sería una posibilidad más que factible si el Betis realizara un esfuerzo económico. La intención de Mel es que su llegada sea un adelanto de los fichajes de la próxima temporada, al entender que cuando quede en libre en junio la competencia por hacerse con sus servicios sería mucho más alta. Con Diame, el cuadro verdiblanco ganaría en fortaleza física, algo de lo que ha sido una de sus debilidades en esta temporada, a la vez que ya contaría con un sustituto para Iriney en el caso de que el brasileño no renovase su contrato que finaliza el 30 de junio.

La segunda petición del entrenador verdiblanco pasaría por la llegada de un central, puesto en el que el mejor colocado sigue siendo el luso Ricardo Costa. Después de que el Barcelona haya negado, por ahora, la cesión de alguno de sus centrales -el Betis insistió en Fontàs-, el objetivo número uno es el defensa valencianista. El problema radica en que el club ché no tiene prisa por deshacerse del jugador, a la espera de que le llegue una oferta para su traspaso. De hecho, el director deportivo, Braulio Ortiz, tiene previsto reunirse con Unai Emery en los próximos días para clarificar la planificación de cara al mercado invernal. La entidad heliopolitana mantiene la esperanza de que si Ricardo Costa saliera como cedido, su primera opción sería la verdiblanca, con lo que sólo tendría que asumir su ficha.

La tercera petición de Mel para completar su plantilla sería la llegada de un extremo diestro, donde encajaría a la perfección un viejo conocido como Miguel Lopes, que se encuentra sin jugar después de su frustrado traspaso al Zaragoza en el pasado mercado veraniego. Mel conoce las prestaciones del luso, que podría adelantar su posición para ocupar un lugar que no aparece del todo cubierto en la plantilla verdiblanca. Y es que aunque el técnico bético confía en la capacidad de Juanma, como éste demostró en el duelo ante el Valencia, las continuas lesiones que viene sufriendo -la última en el calentamiento que realizó durante el descanso en el Vicente Calderón-, provocan que apenas se pueda contar con él. Los otros extremos de la plantilla -Ezequiel, Jefferson Montero o incluso Jonathan Pereira- se desenvuelven mejor por el perfil izquierdo, lo que está provocando que Mel haya adaptado en los últimos encuentros a Pozuelo para desempeñar esa función.

Con todo, las pretensiones de Mel no son sencillas de cumplir. Los administradores concursales ya informaron tanto al entrenador como a la dirección deportiva de que el presupuesto se encuentra muy ajustado y que prácticamente sólo podrían llegar uno o dos futbolistas como cedidos, siempre y cuando el desembolso no sea demasiado grande. Esto llevaría a que la llegada del central y del extremo fueran más factibles que la de Diame, pero Mel manifestó el expreso deseo de contar con el francés desde ya, lo que serviría para adelantar un refuerzo de la próxima temporada.

Lo único claro es que la dirección deportiva ya trabaja con un plan diseñado codo a codo con el entrenador para apuntalar la plantilla en enero y seguir optando a alcanzar el objetivo de la permanencia con los menores apuros posibles, aunque la palabra de los concursales sigue teniendo un alto valor para cuadrar económicamente el proyecto.

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