Derrota el 28 de agosto
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El Betis comenzó a perder el día que Cerezo anunció la fecha del partido · Álvarez Izquierdo, el mejor de los rojiblancos
El Betis-Atlético comenzó el 28 de agosto. "Me da la impresión de que el partido ante el Betis se ha aplazado al 26. Nos faltan siete internacionales. Si no es oficial, lo será", afirmó sin rubor Enrique Cerezo, presidente del conjunto rojiblanco, quien antes incluso de informar de la petición a su homólogo verdiblanco se permitió colocar la nueva fecha del partido de la tercera jornada. Tras lo visto ayer en el Benito Villamarín, Cerezo se quedó corto y bien podría haber anunciado el árbitro del mismo, un tal Alfonso Javier Álvarez Izquierdo que favoreció una y otra vez al Atlético en cada decisión trascendental que fue tomando en el partido.
Desde la capital de España se anunció el viaje de Cerezo a Sevilla para el almuerzo oficial entre los consejos de administración, después del atropello que cometió con el cambio de fecha del encuentro, cuando ni siquiera consultó con el Betis. Los motivos del presidente colchonero bien pudieron ser otros y con el árbitro como destinatario final. Y es que Álvarez Izquierdo, un mal árbitro con el que el Betis nunca ha ganado como local con otros dos enfrentamientos con el Atlético en ese historial, se propuso desnivelar una balanza que viraba a favor del Betis en los primeros 45 minutos con algo de fortuna.
El Atlético, bien pertrechado en su campo y a la espera de un error del rival, no mereció marcharse al descanso por detrás en el marcador, aunque quizá eso sirvió para que el trencilla diera el paso adelante para asumir más protagonismo en el partido. Y es que, a los dos minutos de la reanudación, a un riguroso penalti de Perquis sobre Falcao -lo 75 kilogramos de músculo del colombiano parecieron desvanecerse en el área en apenas un segundo- añadió una injusta tarjeta roja que cambió el rumbo del partido.
No se quedó tranquilo Álvarez Izquierdo con lo perpetrado en el área verdiblanca y, después de que el Atlético aprovechase el desconcierto bético para anotar el tercer tanto, el colegiado barcelonés no permitió una reacción bética como la experimentada en el primer tiempo. Si primero pasó por alto un pisotón de Juanfran a Rubén Pérez que como mínimo debió significar la segunda tarjeta amarilla para el lateral colchonero, a falta de 12 minutos completó su actuación con un penalti de Filipe Luis enviado al limbo para, además, expulsar a un cariacontecido Joel Campbell, quien ayer comenzó a conocer cómo se las gastan en la Liga española cuando los poderes fácticos juegan de por medio.
Cualquier análisis del encuentro quedó truncado por las decisiones de un árbitro que quiso convertirse en el rojiblanco más activo del encuentro. Quizá el equipo que dirige Diego Simeone no necesite de este tipo de ayudas para colocarse como una alternativa a los dos grandes del campeonato, pero ayer las recibió cuando más las requería por el marcador en contra que se reflejaba en el Villamarín.
Cerezo, que hoy estará recogiendo el premio para esa labor de producción donde tan bien se desenvuelve, llevaba preparando su mejor película desde hace prácticamente un mes, cuando compareció ante los medios para anunciar el aplazamiento del encuentro ante el Betis, aunque ayer ni se dignara a presenciarlo desde el palco.
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