¿Derbi o derby? El origen hípico de un partido de rivalidad no siempre bien entendida
El derbi sevillano
Deuda de la creatividad británica en materia deportiva, la rivalidad sevillana se presenta como una de las más auténticas de todo el universo futbolístico por la misma esencia de sus clubes y de la ciudad
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¿Qué tiene que ver la rivalidad Betis-Sevilla con Géricault, el pintor romántico francés de la terrible La balsa de la Medusa? Absolutamente nada. O sí. Géricault pintó en 1821 la famosa carrera inglesa que dio origen al concepto de derbi que actualmente es universal en el mundo del deporte para describir encuentros o partidos, generalmente de fútbol, pero no exclusivamente, entre rivales que mantienen una constante rivalidad, motivada por cuestiones locales casi siempre... Pero no siempre.
Llega en la jornada 13 del Campeonato de Primera División el derbi oficial número 140, el tricentésimo cuarto (304) si se computan no sólo los oficiales de las competiciones reguladas (Primera y Segunda División, Copa del Rey y UEFA Europa League) sino todos los enfrentamientos entre ambos clubes, incluyendo las categorías amateur, de veteranos o de campeonatos regionales y previos a la Liga como la Copa de Andalucía. Y justo 115 años del primer derbi del que se tiene constancia y con los equipos separados por 9 puntos. Hastta ahí las estadísticas.
Qué es un derbi según la RAE
En el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) queda claro su ascendencia hípica. Incluso relata que el origen es el apellido inglés Derby. En 1779 el conde Edward Smith-Stanley, duodécimo Conde de Derby, cuya yegua Bridget había ganado la carrera, echó a suerte con Sir Charles Bunbury, el otro noble competidor, el nombre de la carrera. La moneda fue cara para Derby y desde entonces se ha competido con el nombre de Derby de Epsom ininterrumpidamente, incluso en las dos grandes guerras mundiales del siglo XX. Por supuesto, también hubo durante los dos años de pandemia, al disputarse en verano, ya pasada la primera gran ola que paralizó Europa en 2020.
Muy temprano, en 1821, apenas dos años después de su tremendo cuadro La balsa de la Medusa, lo pintó Géricault, un apasionado de los caballos. El romanticismo y sus inherente inspiración en la libertad de lo natural, de lo salvaje, algo así como esa pulsión visceral de todo buen derbi...
Es más, la primera acepción del DRAE se refiere al nombre que, por antonomasia, dio aquella carrera de Epsom a las carreras de caballos en general.
1. Competición hípica, especialmente aquella que se celebra anualmente y en la que corren ejemplares de pura sangre de tres años de edad.
Ya en la segunda acepción refleja el diccionario académico español el concepto de partido de rivalidad "por lo común futbolístico", es decir, no exclusivamente futbolero. Esta es la definición del DRAE:
2. Encuentro, por lo común futbolístico, entre dos equipos cuyos seguidores mantienen constante rivalidad, casi siempre por motivos regionales o localistas.
Primer derbi documentado, 115 años después
Hay que remontarse a los albores del siglo XX, a su primera década, para recordar los primeros duelos de rivalidad sevillana. Según diversas fuentes documentales y periodísticas los primeros encuentros fueron entre octubre y noviembre de 1909, hace 115 años, ya con los dos clubes registrados, uno como Sevilla Football Club y otro como Sevilla Balompié, antes de la fusión con el Real Betis en 1914. Aunque según publicó El Liberal y acaba de descubrir el departamento de historia del Sevilla, el primer partido documentado fue el 14 de febrero de 1909.
Y desde el inicio los cronistas ya reclamaban que hubiera presencia de fuerzas de orden público en los partidos ante los desórdenes violentos que empezaban a producirse por discusiones en la grada sobre distintas interpretaciones y acciones del match de football, una práctica aún muy incipiente pero que ya ganaba adeptos.
Eso fueron los orígenes hasta que hace unos años el marketing impuso la marquita de El Gran Derbi, con su hahstag, of course (#GranDerbi). Se trata de una forma de distinguir los Sevilla-Betis o los Betis-Sevilla del resto de derbis nacionales. Pero, ¿hacía falta hacer esta distinción? ¿Es comparable al Madrid-Atlético, el Barcelona-Espanyol, el Cádiz-Jerez, el Athletic-Real Sociedad o incluso el Madrid-Barcelona, cuyas ciudades están distanciadas 600 kilómetros? A ver quién cree que sí es comparable...
Un derbi único en España...
En realidad, si hay un derbi en España que responde al concepto que se tiene en el mundo el fútbol de este tipo de partidos es el de Sevilla. Por paridad entre sus aficiones, por cómo lo vive una ciudad con un tamaño medio, por la pasión intrínseca al mismo... Hasta dentro de las mismas familias hay rivalidad entre sevillistas y béticos, hasta el punto de que en algunos hogares se prohíbe hablar de fútbol cuando llegan las fechas señalaítas para evitar incómodos desencuentros.
Nadie en ninguna discusión digital o de taberna entre aficionados verdiblancos y blanquirrojos se refieren al partido de este domingo como el gran derbi. Se trata de algo artificial, nada auténtico, y el derbi está enraizado en los instintos más profundos y verdaderos y no puede pararse en oportunistas marquitas de marketing, por muy bienintencionadas o auspiciadas por LaLiga que estén.
Igualmente, un sevillista o un bético jamás concebirá como derbi un duelo de rivalidad regional. Sencillamente porque cuando juega contra el Cádiz, el Málaga, el Granada, el Almería, el Recreativo de Huelva... sentirá la inquietud de un partido de fútbol, pero jamás de los jamases las mariposas en la barriga que tiene todo aficionado al fútbol según Sevilla desde que el árbitro del anterior partido liguero pita el final como prólogo tremendo de lo que está por venir: el derbi por antonomasia, sólo para valientes. Pi-pi-pííí.
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