A la Copa se va desde octubre

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En mente El primer reto, la cita en el Sant Jordi en febrero, pasa por abrochar las victorias en casa Alerta El Lucentum zarandeó al Cajasol antes de la Liga y sorprendió al Bilbao

Earl Calloway, Txemi Urtasun y Paul Davis observan el trabajo de sus compañeros en el entrenamiento matinal de ayer.
Earl Calloway, Txemi Urtasun y Paul Davis observan el trabajo de sus compañeros en el entrenamiento matinal de ayer.
Juan De La Huerga / Sevilla

12 de octubre 2011 - 05:02

En una temporada con tanto en juego (efeméride, incorporación de Banca Cívica al nombre del equipo, intento por volver a los niveles de éxito doméstico de hace dos años con las clasificaciones a la Copa y a la fase por el título...) hay que partirse el alma desde el minuto uno. El estreno en Vitoria dejó el sinsabor de la tarea a medio terminar, pues tras casi tres cuartos ofreciendo un nivel sobrio y sólido, en los últimos 15 minutos echó por tierra la labor previa y ni siquiera inquietó a un Caja Laboral que, como todos a estas alturas, anda de pretemporada.

Llegado el minuto dos de esta larga travesía de 34 jornadas, huelga decir que el primer reto de la temporada, la ansiada Copa del Rey que se celebrará en el Sant Jordi barcelonés a mediados de febrero, empieza hoy, Día de la Hispanidad y de todas las Pilares. En este 12 de octubre debe comenzar a construir el Cajasol Banca Cívica -que perdone el patrocinador, en algunas ocasiones, las elipsis del apellido de la marca por pura economía del lenguaje- su vuelta a la élite en la ACB, ahora denominada Endesa por la fuerte apuesta de la compañía eléctrica por el baloncesto.

En este mediodía festivo, con temperatura estival más que otoñal, el equipo sevillano hace un llamamiento a la afición para que se acerque a San Pablo para ver a una plantilla vestida de domingo aunque sea miércoles. El plantel, con el magenta luciendo en la indumentaria como seña de identidad de esta nueva era, se pone guapo para dar inicio a su andadura casera con el deseo de aprovechar las bondades de un calendario más asequible en la primera vuelta respecto al que dictó el bombo en la pasada temporada.

A la Copa del Rey se va desde octubre, que es cuando el edificio comienza a armarse desde las estructuras, desde abajo. Queda mucho por recorrer y a los jugadores también por aprender, pero hay que sacar adelante la mayor parte de los nueve compromisos en los que será anfitrión el Cajasol a lo largo de la primera ronda de partidos contras los otros 17 contendientes.

En el Iradier Arena se vislumbraron algunas virtudes y un puñado de defectos que hay que ir puliendo desde ya.

En primer término, lo bueno: el equipo tiene carácter defensivo, quizás el mismo o más que en el debut de Plaza por estos dominios, y maneja un encomiable espíritu para buscar el rebote de ataque, valor que otorgará muchas segundas opciones. Lo malo: hay una carencia evidente de anotación por los tremendos problemas en los ataques posicionales y el tiro de tres sigue siendo un lastre. El cacareado equilibrio es el maná al que aspiran los técnicos: el trabajo atrás debe estar recompensado con puntos delante. Tan simple como complicado.

El Cajasol necesita tiempo, aunque este pretexto es un clásico en todos los clubes. Hay cinco caras nuevas; Sastre no está; Calloway no se encuentra cómodo y el ritmo de partido le viene grande hasta ahora; Satoransky tiene que conocer cuál será su rol, pues hoy es más titular que su compañero aun cuando en Vitoria hubo reparto equitativo de minutos; a Paul Davis no le vale con hacer sus números en ataque; a Triguero tampoco únicamente dejarse la vida en defensa, y Urtasun tiene que hallar la serenidad para optimizar su juego y no agobiarse por la alta competencia en el perímetro.

A las incorporaciones también habrá que exigirles desde ya. Carl English fue el principal artífice de meter la pasada campaña en la Copa al Joventut, que se desinfló cuando se lesionó en enero; el canadiense, especialista nato en el lanzamiento, es un jugador de rachas y va poniéndose en forma con el paso de las semanas, aunque aquí no puede demorar las apariciones estelares ofensivas por las que se le fichó.

Pancho Jasen, ilustre estudiantil, sabe a lo que viene y lo que Plaza quiere de él. Ya en el estreno demostró que hará olvidar a Kirksay en cuanto tenga un año óptimo con vistas a los Juegos. Rebotes, puntos y carácter.

Los dos ala-pívots estarán mirados con lupa por el rendimiento de sus dos predecesores y por las expectativas generadas en verano con los posibles fichajes de Caner-Medley o Nielsen. Tienen oficio, sólo necesitan Guille Rubio y Luka Bogdanovic un poco de paciencia para enseñar que son tipos válidos en el proyecto.

Por último, Tepic crecerá en Sevilla porque a sus 24 años quiere volver a equipos de la Euroliga. Dispone de dos años por delante en San Pablo para conseguirlo.

En casa hay que ganar mucho, pero no hay que desdeñar a ninguno de los rivales que lleguen a Kansas City. El primero es el Lucentum, que zarandeó a los cajistas -se verá hoy si fue una estrategia de Plaza que el equipo se dejara llevar o no- en la pretemporada y después sorprendió en el debut al potente Bilbao Básket. Hay que andarse con ojo porque Singler, Hazell, Dewar, Ivanov... son peligrosos. Pero a la Copa se va desde octubre y no hay un día que perder.

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