La Copa, una posible oportunidad para los canteranos
Hasta ocho jugadores con ficha del filial se entrenaron ayer a las órdenes de Garrido
A falta de fichajes, Juan Carlos Garrido ha empezado a contar con jugadores del filial en los entrenamientos, con la idea de seguirlos de cerca para tirar de ellos cuando lo estime oportuno. Hasta ocho jugadores con ficha del filial se ejercitaron ayer con el primer equipo, precisamente en una semana en la que la Copa del Rey podría servir de banco de pruebas para algunos de esos canteranos.
Así, si Marco Rosa ya completó los entrenamientos de la pasada semana, después de que otros como Álvaro González o Jesús Muñoz también trabajasen con Garrido en los primeros días tras el descanso navideño, ayer el técnico valenciano llamó a filas a los porteros Javi Montoya y Pedro; los defensas Caro, Varela y Jesús Muñoz; el centrocampista Marco Rosa; y los jugadores de banda Ignacio Abeledo y Moyita, que se sumaron a Sergio Rodríguez y Eder Vilarchao, que no cuentan con ficha.
Garrido, que comenzó trabajando con los escalafones inferiores del Villarreal, siempre ha manifestado su deseo de contar con los más jóvenes, pese a que la situación del equipo verdiblanco tampoco invita a la promoción de canteranos. La aparición de la Copa del Rey, una competición ahora mismo secundaria para el Betis debido a la delicada situación en la Liga, sí podría ayudar a que alguno de los jóvenes pudiese entrar en los planes de Garrido, sobre todo Marco Rosa, que acumula ya su segunda semana de entrenamientos con el primer equipo. Un caso especial lo representa el lateral izquierdo Varela, lesionado de gravedad el pasado verano, y al que ya sólo le falta adquirir el ritmo de competición. El bajo rendimiento de Dídac y la desaparición de las alineaciones de Nacho abren una posibilidad en ese puesto de la defensa.
No sólo la presencia de los jugadores del segundo equipo fue novedad en el entrenamiento de ayer, en el que Garrido volvió a contar con Álvaro Vadillo en plenitud de condiciones. El puertorrealeño, lesionado en el bíceps femoral en el encuentro ante el Almería, completó la sesión al mismo ritmo que sus compañeros, por lo que su presencia ante Osasuna parece segura. Una buena noticia para el técnico bético, que en Valladolid colocó a Jorge Molina escorado a la derecha.
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