La ventana
Luis Carlos Peris
Reventa y colas para la traca final
Sevilla | unirea · informe técnico
Cuando se es tan superior a un rival parece sencillo plasmarlo en el marcador, pero no lo es. Sobre el campo y en el control de la situación, del balón, del juego y de las ocasiones el Sevilla lo fue aplastantemente sobre el Unirea Urziceni. Lo de los goles ya es otra cosa. Tuvo que echar mano el equipo de Jiménez de un chispazo de calidad de dos de sus hombres más determinantes, Renato y Luis Fabiano, para acabar con la resistencia del animoso enemigo rumano, más pesado que ordenado al hacer la presión, pero que tuvo al Sevilla 45 minutos estrujándose los sesos para dar con la clave para ensartar la aguja.
Defensa
Los anunciados contragolpes rumanos apenas aparecieron. Quizá uno en el que Palop tardó en salir, pero muy poca cosa. Zokora empujó más que en otras ocasiones y el resultado fue que el centro del campo del equipo de Petrescu llegaba ahogado a las zonas en las que podía enganchar con alguna salida. Debutó con buen son Sergio Sánchez y por alto tampoco hubo sustos, notándose la seguridad que siempre transmite en partidos europeos Squillaci.
Ataque
Las tremendas ganas de Luis Fabiano puede decirse que acabaron contagiando a los demás tras un primer tiempo controlado pero difícil por los problemas que el equipo de Jiménez encontraba para abrir huecos. Capel hizo su función de desgaste como mejor sabe, embarrándose la camiseta y haciendo que el árbitro rellenara su cartulina de tarjetas. Los rumanos rodeaban en buen número al futbolista que debía recibir. Aburrieron de esa forma a Kanoute, pero no lo consiguieron con un Luis Fabiano que supo remangarse al ver a su compañero maniatado. La fogosidad de Zokora empujaba a Renato a ganar metros y así se juntaron los cables necesarios para dar corriente al ataque. El golazo llegó en el momento oportuno y ya todo fue más fácil en el segundo tiempo. Ahí ya cogió más confianza Jesús Navas, se soltó Renato descolgándose más, salieron Perotti, Negredo...
Virtudes
No caer en la desesperación, un riesgo más que posible con el primer tiempo que planteó el Unirea. También es verdad que la afición no contribuyó a ello.
Talón de aquiles
¿Depender de los cracks? Si se acepta eso como un defecto...
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