Compromiso de venta
Lopera y Castel sellan con un abrazo un acuerdo para que el 52% de las acciones del Betis pase a manos del joven empresario · Restan flecos y la firma de los documentos en una operación de unos 48 millones
La noticia apuntada por Diario de Sevilla el pasado viernes, en relación a los permanentes contactos entre Manuel Ruiz de Lopera y Luis Castel para el traspaso del paquete mayoritario de acciones del Betis, se confirmó ayer en toda su extensión. Ambos empresarios mantuvieron un nuevo vis a vis en el despacho del primero en la calle Jabugo y alcanzaron un punto de encuentro por una cantidad, ya adelantada por este diario, que rondaría los 48 millones de euros.
Lopera, que controla algo más del 52% de las acciones del Betis, lleva varios meses sintiéndose acorralado por la Justicia y ello le ha impelido a ir en serio en el asunto de la venta de su paquete. La inminente aprobación del convenio urbanístico para Heliópolis ha sido clave, tanto a la hora de encontrar un comprador como para revelar la incapacidad económica del todavía máximo accionista para hacer frente a un proyecto de esa envergadura.
Así, en marzo retomó las negociaciones con Castel tras el suspenso en que quedaron tras el primer vis a vis mantenido entre ambos hace un año. Desde entonces, el diálogo se ha mantenido fluido en las personas de sus principales colaboradores, Ángel Martín y Blas Ballesteros, ambos ex consejeros de la entidad y miembros de la comisión del centenario.
Así, ayer se concertó una nueva reunión entre los primeros espadas en el corazón de El Fontanal. Castel llegaba a mediodía y abandonaba las oficinas de Lopera pasadas las tres de la tarde. Aunque acompañados de Ballesteros y Martín, ambos empresarios mantuvieron una extensa negociación en solitario, y la misma acabó en un apretón de manos y un abrazo que sellaba el compromiso del traspaso del paquete accionarial mayoritario del Betis.
Ahora, resta que los asesores y abogados de ambas partes plasmen en documentos los acuerdos establecidos y que éstos se firmen. Fuentes consultadas indican que, en principio, el traspaso de poderes podría llevarse a cabo entre diez días y dos semanas, aunque siempre antes de que dé inicio la Liga el 31 de agosto.
Aunque restan aún algunos flecos, Castel le ha prometido a Lopera una salida airosa del Betis y se da por hecho que quien se convertirá en su nuevo máximo accionista deberá mantener el nombre del primero al estadio o a la ciudad deportiva, o a ambos, y, quizá, hasta mantener el busto que le fue levantado al empresario de la calle Jabugo en los intestinos del estadio de Heliópolis.
Cuestiones menores al margen, el propio Castel se siente ya propietario del Betis, amén de que la propia radio oficial del club anunciase la noticia con tintes de definitiva. Una de las fuentes consultadas por este diario aseguró que si Lopera no estuviese por medio, daría por cerrado el trato.
"Estamos negociando la compra de las acciones del Betis; esto va a ir para largo, pero se hará", comentó ayer Castel, quien empero no duda del éxito final de la empresa: "Comenzaré la temporada al frente del Betis, todo está ya casi cerrado".
El joven empresario hispalense, de quien se dice que contaría con apoyo económico de otros de mucho peso también, llegaría con la idea de profesionalizar el club y sus estructuras, aspectos que siempre se le han demandado a Lopera. Castel, además, es un hombre de negocios muy bien visto por los políticos sevillanos, al igual que en su día lo fuese Luis Portillo, quien no demostró apenas interés en el Betis pero al que también se vinculó.
Ballesteros, mano derecha de Castel en este asunto, fue casi igual de claro. "Hay una buena sintonía entre comprador y vendedor, pero vamos a trabajarlo porque todavía no está terminado. Tengo la convicción personal y moral de que Luis Castel es, fundamentalmente, un gran empresario, solvente y con proyección y una gran persona", apostilló.
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