Coke, la chispa de la vida

El Sevilla de casa, el que juega en Nervión, sí que carbura. De hecho, es el cuarto mejor de la Liga al abrigo de su público. Con Emery juega con soltura, con alegría. Y con tanto apetito, que persigue la pelota con denuedo a pesar de que el marcador refleje un 4-0 a favor, como sucedió ayer. Tan a gusto estaba el equipo de blanco sobre la hierba mojada -no encharcada, porque el drenaje jugó también ayer a favor del Sevilla- que no levantó el pie para seguir divirtiéndose. Jesús Navas y Reyes juegan con tanta naturalidad, que se siguen sintiendo como niños en el terreno de juego. Y si están enchufados, disfrutan. Y no paran. En casa, a Emery le resulta el plan: laterales largos para abrir vías propias... e indirectas, con Jesús Navas, Rakitic y Reyes maniobrando e intercambiándose por dentro. Todo confluye en un juego dinámico, alegre. Con chispa. La chispa de Coke. La chispa de la vida. ¿Por qué esa chispa no aflora en los viajes? En eso anda divagando Emery.

Defensa

Después de esa noche confusa que padecieron ante el Celta, días después del gran esfuerzo en la vuelta copera ante el Atlético, la pareja Medel-Kondogbia volvió a plantar sus reales sobre el campo. Evitando los escarceos entre líneas de Víctor y Montañés, mientras Fazio y Fernando Navarro -más asentado el balear como central que ante los célticos- se alternaban en su eficaz marca a Postiga.

Con la expulsión de Babovic en el minuto 31, el camino se allanó aún más. Ni la entrada de Rochina y Bienvenu torció el guión atrás: los medios barriendo, los centrales muy arriba anticipándose por arriba y por abajo. Y las recuperaciones del balón muy arriba.

Ataque

A pesar de que ahora aparezca por otros frentes del ataque, Jesús Navas sigue siendo el mismo extremo punzante e insistente porque su físico, casi sobrenatural, le da para multiplicarse, trabajar la banda y aparecer por otras zonas. Pero Coke, en casa, es un segundo extremo que se coordina perfectamente con el palaciego para no estorbarse y distribuirse los espacios. El madrileño fue clave ayer para trenzar ataques... y para materializar todo el buen juego con los dos primeros goles.

Y por la izquierda, Alberto Moreno sabe que en casa, y mientras el rival espere agazapado, es más extremo incluso que el extremo teórico: Rakitic o Reyes se enfrascan más en el juego entre líneas, en el pase orientado al otro extremo, en la incorporación desde la segunda línea y en intercambiarse sus posiciones.

Cuando el Zaragoza se destapó definitivamente atrás, en la segunda parte, la profundidad por la derecha y la calidad en el último pase de Reyes, sobre todo, se multiplicó.

Virtudes

El dinamismo del juego colectivo.

Talóndde aquiles

Que sólo juegue así en casa.

Uno por uno

Palop Pasos adelante para cerrar el ángulo y gran parada a Rochina. Alguna salida por alto algo alocada.

Coke Penetra por fuera, se asocia por dentro y encima resuelve con frialdad (1-0) o con calidad en su tremendo golpeo plano (2-0).

Fazio Autoritario atrás, imponiendo su físico. Y esta vez, sin aparatosidad.

Fernando Navarro Ya pareció un central.

Alberto Moreno Tendrá que medir mejor con una amarilla. Arriba, siempre ofrece cosas.

Medel A barrer y a realizar coberturas. Menos ofensivo que otras veces.

Kondogbia Esta vez sobrio, pero resolutivo.

Jesús Navas Su inercia le da para desequilibrar.

Reyes Liberado de la banda, tocó mucho. La zaga rival le enseñó mil líneas de pase.

Rakitic Hiperactivo.

Negredo Juego de espaldas, desmarque. Ejerce de referente.

Cala Apenas le exigieron.

Maduro Robó muy arriba.

Manu Testimonial.