Coke, la chispa del vestuario
Final Liga Europa · Dnipro - Sevilla
El lateral, posible capitán y marcador de Konoplyanka esta noche, ve al Sevilla en un estado de forma similar al de Turín, pero matiza: "Ahora corremos más, somos más veloces".
Hay jugadores que tienen mucha más ascendencia en el equipo de lo que refleja su protagonismo en la hierba. Es el caso de Coke, la chispa más efervescente del vestuario. El tipo que da una voz cuando el silencio atenaza como un férreo marcaje, el que inicia cánticos contagiosos. El que toma la temperatura al grupo. ¿Y qué marca hoy el termómetro? "Uff, está por las nubes. Esta competición la sentimos muy nuestra, el equipo se ha hecho fuerte pasando eliminatorias tan duras. Y la confianza, saber a lo que se juega, da estabilidad, da solidez".
Borussia Mönchengladbach, Villarreal, Zenit y Fiorentina en cruces directos. Antes, Feyenoord y Standard de Lieja como oponentes para pasar en la fase de grupos. El camino hasta Varsovia fue más espinoso que el de Turín. Eso piensa el lateral derecho: "Para llegar a la final, si los comparas con los rivales del año pasado, los de éste tienen un punto más de dificultad. Compiten en ligas complicadas, el Borussia era un equipo alemán muy difícil, de los mejores como se ha visto, el Villarreal era muy complicado, y al final hemos sabido pasar los cruces, con la vuelta en casa o fuera".
Abunda en las analogías con el campeón de la pasada Liga Europa: "Llegamos en un estado de forma similar al equipo del año pasado. ¿Que se nos ve más frescos? No lo creo tanto... Lo que ocurre es que esta campaña el equipo corre más, es más veloz, estamos bien puestos atrás e incluso cuando estamos metidos en el área, como en Florencia en los diez primeros minutos, el equipo no se siente tan incómodo. Defendemos bien y para correr tenemos más virtudes que el año pasado. No sé si físicamente estamos mejor, pero esa cualidad sí que la hemos incorporado".
Precisamente uno de los fichajes que ha acelerado el juego del Sevilla, o quizá el que más, es Aleix Vidal. Y de dónde decida ubicar Unai Emery al catalán dependerá que Coke sea titular o no ante el Dnipro. Si Aleix va al lateral, como sucedió ante la Fiorentina en Nervión, el ex rayista empezará el partido dando ánimos sin parar desde el banquillo. Si Aleix juega por delante, como en el Artemio Franchi, Coke será titular, como en Turín.
Ha sido hasta ahora su única final. Pero no todos pueden presumir, ni mucho menos de haber jugado ese último partido por un título. Y encima, europeo. Que se lo digan al Dnipro. Y eso es un bagaje: "Una final es una final, las percepciones no tienen nada que ver con las de un partido ordinario, de Liga. Cuando me levanté por la mañana en Turín, tenía un gusanillo especial que jamás había tenido. Y si a los 10 minutos te meten un gol, esas percepciones para el resto del partido ya no son las mismas. Los errores se pagan muy caro. En una final el comienzo es muy importante. Hay que ser prudentes y crecer desde atrás, es lo que pide una final".
Una prueba de su carácter y personalidad la dio en Turín golpeando desde los once metros: "Si hay que hacerlo de nuevo, lo haré. Estamos preparados para ello. Y para disputar 120 minutos con buena respuesta física si se da el caso".
Por supuesto, enfatizó lo que estos días debe ser un disco rayado en la distancia corta con Emery, el respeto extremo a un rival que se siente a gusto en su papel de víctima, agazapado tras esas casas de apuestas que apenas creen en él: "Se comentaba en los cruces de octavos y cuartos que ojalá nos hubiese tocado el Dnipro, pero mira, ¡quizás nos hubiesen eliminado! Están en la final con los mismos méritos que nosotros y jugarán sus bazas. Una de ellas es la ilusión desbordante que tienen por jugar su primera final continental. El Dnipro se ha ganado ser el centro de atención a nivel europeo porque ha hecho un gran torneo".
Además, la principal amenaza del Dnipro, al menos teórica, pillará sobre todo por su costado. "Konoplyanka es un jugador determinante, dio la asistencia en el gol que elimina al Nápoles".
Para contraatacar a ese plus de ilusión de los ucranianos por vivir un partido nunca vivido, Coke mirará a la grada. Aguzará el oído. Y se dejará llevar en volandas por la pasión del sevillismo. El Sevilla tiene un calor especial... "Se van a matar a animar como siempre, no lo van a hacer menos por las conquistas recientes. En el minuto 20, en el 90 o en una prórroga siempre te dan un plus de fuerza y te levantan el ánimo si es preciso. Este desplazamiento tan lejano tiene mucho mérito". La afición del campeón, ni más ni menos.
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