Cerrado Paul Davis, segundo refuerzo

A última hora de la tarde de ayer pitó el fax del Cajasol. Motivo: el contrato firmado de Paul Davis. Quique Villalobos, agente en España del estadounidense, remitió el documento ratificando las condiciones enviadas previamente por el club sevillano. El pívot de 2,11 metros jugará a las órdenes de Joan Plaza la próxima campaña, con la opción de prorrogar la continuidad durante un curso más si las partes así lo consideran.

Davis, un jugador con mucho poderío físico y que suele meter las canastas para abajo, deslumbró a Juan Llaneza y a Joan Plaza en los seis partidos que disputó con el Obradoiro en la última temporada y se convierte en la segunda incorporación de los sevillanos tras anunciar hace unos días la llegada cantada de Txemi Urtasun.

Este pívot blanco con cara de marine cumplirá en cinco días 26 años y que forjó su carrera en Michigan State, ganó credibilidad no sólo en su corta etapa en Santiago de Compostela, sino en la liga de verano de Orlando, donde despuntó, yendo de menos a más, para cerrar su participación con los Magic con 24 puntos y 8 rebotes frente a los Bobcats.

En los mentideros del baloncesto apuntaban a la posibilidad de que Davis recalara en alguna de las franquicias de la NBA para después disparatarse los rumores sobre su incorporación a equipos europeos, como el Bilbao Básket o el CAI. No parecía verosímil, pero sí preocupó la información de hace una semana que colocaba al poste yanqui en el Maccabi de Tel-Aviv, aunque extrañaba después de que firmaran a dos pívots natos, uno de ellos Richard Hendrix, la primera opción que manejaba el Cajasol para reforzar la pintura y que compitiera por un puesto con Juanjo Triguero.

Evaporado Hendrix, el plan B llevó a Davis. Este periódico ya publicó en su edición del pasado lunes que su contratación iba por buen camino, que estaba encarrilada; y cuatro días más tarde el interés cajista se hizo carne, a la espera de que se cierren las otras operaciones abiertas y que también deben confirmarse en pocos días, acaso semanas, como las renovaciones de Kirksay y Calloway, aunque el base sigue mareando la perdiz con equipos italianos, los fichajes de Kaloyan Ivanov y Katelynas, así como la llegada de un escolta estadounidense, bien Bullock u otro de parecido perfil, un especialista puro en el tiro para abrir las defensas, teniendo en cuenta que la línea de tres se aleja a los 6,75 metros.

Precisamente era petición expresa de Plaza un pívot que pueda sacar ventaja de su corpulencia al encontrar menos ayudas defensivas de los rivales por la nueva normativa. Con Davis ha conseguido el Cajasol un jugador de esas características: duro, reboteador, intimidador y fiable bajo el aro. Su fichaje tiene buena pinta.