Castaño se hace con 360 acciones más
El ex dirigente controla ya 4.700 títulos, el 4% de la sociedad, tras comprar a las PB de Lebrija y Triana.
Con el 51,34 por ciento de las acciones del Betis en poder de Manuel Ruiz de Lopera, pero bajo el control absoluto de José Antonio Bosch, en esta época de crisis hay un accionista que se está caracterizando por adquirir más poder representativo en el panorama accionarial del club. Ése no es otro que Manuel Castaño, socio de la entidad y ex dirigente, que no ha dejado nunca de comprar acciones, incluso en esta época en que algunos que poseen importantes paquetes están pensando sólo en vender y rentabilizar la inversión realizada en su día, la mayoría en junio de 1992 .
No es el caso de quien fuera vicepresidente del club, pero sobre todo responsable institucional de la cantera, Manuel Castaño, quien esta misma semana ha cerrado dos compromisos de compra con representantes de dos peñas béticas. En la de Lebrija se ha hecho con 250 acciones y, este jueves mismo, suscribió otras 110 en la de Triana. Los 360 títulos, que en su día costaron 21.600 euros, han supuesto para el ex dirigente más dinero, aunque la cifra no haya trascendido.
Con esta adquisición, Castaño, se destaca como segundo máximo accionista de la sociedad, ya que controla un total de 4.700 títulos, justo el 4 por ciento de la sociedad. Otra accionista de peso de su misma época, Rufino González, posee en la actualidad 4.300 acciones. Lógicamente, estas 360 acciones dejarán de estar sindicadas con Por Nuestro Betis (PNB).
Contrasta esta actitud con la de otro de los accionistas antiguos, Miguel Espina, de Béticos por el Villamarín (BxV), quien hace días vendió 1.500 títulos de los 1.920 que poseía a un grupo de más de 50 béticos, en su mayoría pertenecientes a la Fundación Heliópolis. Salvo Ignacio Mora-Figueroa, patrón también de la Fundación Real Betis, que se hizo con un porcentaje, el resto se difuminó.
Aunque pueda contrastar la actitud de Castaño con el reciente informe de los concursales, que declaró el concurso culpable y pide para Castaño, entre otros, 15 años de inhabilitación para ocupar un cargo en el Betis, el ambicioso ex dirigente verdiblanco se halla convencido, y así lo manifiesta entre sus íntimos, de que, llegado el día, podrá defenderse ante un juez por su nula responsabilidad al estar su acción circunscrita a la cantera.
El abogado sevillano, de 53 años, tiene una hija de 25 años y un hijo de 22 que son accionistas de la entidad y socios desde que nacieron y que también albergan legítimas aspiraciones de representación en el club.
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