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Cara y cruz

Grupo H · España

Villa, pese a marrar un lanzamiento desde los once metros, demuestra su instinto matador con dos tantos. Torres, lejos de su mejor forma, no materializa sus ocasiones

Cara y cruz
J.m. Campos

21 de junio 2010 - 23:18

Antes del trascendental duelo de España frente a Honduras y después del fiasco ante Suiza, de lo que más preocupaba al aficionado español (por encima quizá de la disyuntiva entre los planes A y B) era el momento que atravesaban los dos puntales del equipo: Torres ha llegado justito a la cita mundialista, y Villa acabó su campaña con el Valencia visiblemente agotado.

Del Bosque, no obstante, decidió variar el esquema del primer partido para dar entrada a ambos.

El nuevo jugador del Barcelona quiso acabar pronto con las dudas que se cernían sobre su estado. A a los siete minutos el asturiano golpeó con potencia desde 25 metros y estrelló el balón en el travesaño.

A la segunda no perdonó: quiebro hacia dentro en la esquina del área y chut dirigido a la escuadra. Además de rozarla con la yema de los dedos, poco pudo hacer el meta Valladares.

Tras el descanso, Navas halló el enésimo nuevo hueco en la zaga hondureña desde el flanco derecho. El guaje acompañó al sevillista y le pidió el cuero hasta desgañitarse, y cuando lo lanzó a portería encontró un amigo hondureño que despistó a Valladares.

Villa pudo ponerse pichichi del torneo junto a Higuaín, pero mandó a la derecha del marco su lanzamiento desde el punto de penalti. Con todo, España parece recuperar al goleador que nos llevó a la final de la Eurocopa.

Torres, un regreso agridulce al once inicial

Fernando Torres puso el contrapunto negativo a David Villa. Buscado en todo momento por sus compañeros, sobretodo por el propio guaje, el delantero de los reds malogró cada una de las ocasiones que cayeron en sus botas.

Sergio Ramos, por ejemplo, le puso en la testa un gran centro desde la dercha, pero su cabezazo se marchó alto. A la siguiente jugada, el niño volvió a mandarla a las nubes cuando se quedó a solas con el guardameta hondureño.

Cando no era su falta de precisión, era el acierto del defensor, y cuando no, un fuera de juego mal señalado. Torres se marchó en la segunda mitad sustituido por Juan Mata, con las ocasiones erradas rondando su cabeza.

La selección española le necesita, si no a su mejor versión a casusa de su reciente lesión, a una que permita considerarlo de garantías para llegar lejos en este Mundial.

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