Capitán desde el primer día

Belenguer puede con el sambenito de su veteranía y asume su papel de hombre de vestuario · Dorado destaca la responsabilidad que supone jugar en un club como el Betis y busca aprovechar su oportunidad

Belenguer y Dorado posan con la camiseta verdiblanca en su presentación en el Nuevo Portil.
Belenguer y Dorado posan con la camiseta verdiblanca en su presentación en el Nuevo Portil.
Javier Mérida / Cartaya / Enviado Especial

22 de julio 2010 - 05:02

Con Pepe Mel nuevamente como maestro de ceremonias, David Belenguer y Chechu Dorado se vistieron de largo ayer por primera vez en el Nuevo Portil. Los dos centrales refuerzan una posición necesitada tras el adiós de Rivas y Carlos García y el más que presumible de Nano.

Antes que nada, el técnico definió a sus nuevos futbolistas, ambos aterrizados a coste cero y procedentes de Getafe y Huesca. "La prioridad era el centro de la defensa y mezclamos experiencia con saber estar en los equipos. David conoce el Betis y puede ayudar explicándole a los demás qué significa este club y Dorado viene a un club grande del que puede salir muy reforzado. Uno es zurdo y otro diestro y con ellos pasaremos menos apreturas en esa parcela", destaca.

Belenguer compara su primera etapa con ésta. "La principal diferencia es que ahora me conocéis, pero similitudes hay muchas, si cabe que aún hay más necesidad de ascenso que la primera vez, porque es el segundo año en Segunda para un club tan importante como el Betis, cosa que no debería ocurrir. Si siempre en el Betis hay urgencia por conseguir cosas, este año todavía más. Pero somos conscientes de ello y con esa mentalidad estamos trabajando", anuncia.

El catalán no se esperaba este regreso. "La verdad es que no, pero no hace años en Getafe, sino hace un mes no hubiese hecho caso si me lo dicen. Las perspectivas eran otras, pero recibí la oferta del Betis y cambió todo, me entró el gusanillo bético. Acometo este reto con ilusiones renovadas. Ser miembro de un equipo como éste es algo muy bonito y espero que todo vaya bien y dure diez meses la consecución del objetivo", dice.

Belenguer asegura que entre esos planes que barajaba nunca estuvo la retirada. "En el mes de marzo anuncié que iba a seguir, porque nunca hago planes a largo plazo. Dependiendo de cómo me encuentro decido qué hacer. El cuerpo me lo pedía, pero tenía planes más del extranjero y de acometer ese tipo de aventuras que de retirarme", revela el jugador, quien asume su papel de hombre importante en el vestuario por su veteranía: "Con total normalidad y asumido, llevo ya muchos años haciéndolo y esperando seguir así".Tampoco teme los recelos que provoquen sus 37 años. "Es normal y me sirve de acicate a mí también. Llevo varios años con esa espada de Damocles y con la satisfacción personal de cuando la esquivas y ves a toda esa gente que no lo esperaba", se vanagloria.

Las claves del ascenso, muy claras también. "Primero, abstraerse de todo lo que no ocurre en el rectángulo de juego, hacer un grupo renovado, es complicado renovar esa ambición, pero es misión importante de todos los nuevos. Y sobre todo empezar bien, con una buena dinámica no sólo de resultados, sino de juego; que la gente lo vea es fundamental", explica.

Y, lógicamente, tampoco piensa en seguir un año más, ya que sólo firma por uno. "Primero veré mi rendimiento yo y luego lo verá el míster. En marzo o abril veré no lo que me diga la cabeza, sino mi cuerpo", apostilló Belenguer, que prefirió no hablar de la situación institucional del club: "Lo primero es abstraernos, y además hemos decidido que no haríamos comentarios al respecto porque todo lo que se diga puede perjudicar. Nosotros somos deportistas y nos tenemos que preocupar de lo que pase en el campo".

Dorado por su parte, destacó el paso del Huesca al Betis. "Sobre todo es un cambio muy grande, porque vengo de un club bastante humilde, de salvar la categoría a una responsabilidad mucho más grande. Aunque me apetece una presión diferente pero bonita", recalca y añade: "Está claro que todo futbolista sueña con una oportunidad de éstas y espero aprovecharla. Hay que ir pasito a paso. ¿Jesús Paredes? Él ya me tuvo el año pasado y sabe de qué soy capaz, y ha apostado bastante fuerte por mí. Espero no defraudar ni al míster ni a Jesús".

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