Campaña, la mejor y la única solución posible

La cantera del Sevilla puede ofrecer un buen tema para un ensayo sobre fútbol y sociedad. Es un asunto recurrente que sale a la palestra cada vez que se produce la salida, más o menos justificada, de un talentoso jugador que no terminó de plasmar su potencial en el primer equipo, por falta de oportunidades, por dejadez propia, por ausencia de fe en la cantera de los técnicos, por el desapego de la confianza... El traspaso de Campaña al Crystal Palace, que podría oficializarse hoy, vuelve a ofrecer un caso para la casuística de ese potencial ensayo.

El Sevilla venderá a uno de sus jugadores más prometedores a un clásico club de Londres que acaba de regresar a la Premier, un club que sigue la tendencia inglesa de confiar ciegamente en el talento español en general y en la cantera sevillista en particular. Tras Jesús Navas (City), Luis Alberto (Liverpool) y Luna (Aston Villa), Campaña hará las maletas camino del Selhurst Park, un vetusto estadio levantado en 1924 que es la sede de este equipo fundado, igual que el Sevilla, en 1905. El montante es de dos millones de euros, una cantidad similar a la que dejó Luna. En total, sumados a los aproximadamente 24,5 de Jesús Navas y los 8,25 de Luis Alberto (incluidos bonus fijos en ambos casos), el Sevilla ingresará por sus cuatro canteranos 36,75 millones de euros, casi 40 kilos. Pero, ¿está justificada la venta de Campaña?

En realidad, tal y como se había enquistado su situación en el Sevilla, el club sólo tenía la solución de un traspaso, la mejor de las salidas ante su negativa a renovar, ya que sólo le quedaba un año de contrato. El futbolista se había revalorizado un verano más en el Mundial sub 20, después de haber sido campeón del Europeo sub 19 en 2011 y 2012. Fue en el verano de hace dos años cuando Monchi le da ficha del primer equipo a Campaña, que adelantó a otro jugador de su generación, Luis Alberto.

Sin embargo, ni Marcelino ni Míchel le dieron continuidad en el primer equipo y desde el club empezó a desvelarse cierta displicencia del jugador, mientras se filtraban inoportunas salidas nocturnas. Hasta un hombre siempre prudente como Pablo Blanco habló públicamente de las malas compañías de Campaña y la televisión del club lo expuso a la opinión pública en un programa en el que aireó este asunto. Y Emery, posteriormente, también le dejó algún mensaje en público. Todo esto sentó mal al jugador y su entorno, que se negaron a renovar.

Monchi se lo ofreció antes de ir al Mundial sub 20, pero no recibió respuesta y notó "poco cariño". En realidad, el cariño que le dio el Sevilla llegaba tarde. Esta temporada las lesiones no lo dejaron mostrarse en el Sevilla, pero Lopetegui, pese a que no había reaparecido en la Liga tras su fractura en el pie, lo convocó para la cita turca, le dio la titularidad y el brazalete de capitán. Esa distinción de trato ha marcado la diferencia y ha decantado una solución que será buena para ambas partes.