Cambio de ciclo, ¿sí o no?
El derbi sevillano
Sevilla y Betis se miden con la novedad, años después, de que los verdiblancos llegan por arriba en la tabla clasificatoria Derrotas Los dos llegan tras perder en la última jornada, pero los béticos parecen en mejor momento.
Llegó el momento de la verdad para que toda la Sevilla futbolística pueda disfrutar con el partido que más espera, y más teme, de todo el curso balompédico. Sevilla y Betis se vuelven a medir dentro de un terreno de juego y lo hacen, como casi siempre, desde diferentes perspectivas. Después de una semana cargada de buenas intenciones en el plano institucional, lo que siempre es loable, llega el momento de discernir si se está ante un cambio de ciclo entre ambos equipos o, por el contrario, la cosa no ha cambiado tanto como se ha llegado a pregonar.
Ésa tal vez sea la gran cuestión a discernir en el derbi que hoy se anuncia en la cartelería del Ramón Sánchez-Pizjuán a partir de las nueve y media de la noche, que vaya horita para ser un domingo de otoño, casi invierno por la meteorología. Aunque suceda lo que suceda finalmente, por supuesto que unos disfrutarán de su triunfo a lo grande y otros tratarán de minimizar los daños apelando a que se está aún en el primer cuarto del campeonato liguero y que aún queda muchísimo camino por recorrer.
Pero eso será después de que el menor de los Teixeira Vitienes decrete el final del encuentro; antes sí surgen algunas cuestiones a analizar para darle el contenido que se merece a este derbi. Y lo primero que llama la atención es que durante las vísperas apenas haya habido ningún tipo de declaraciones que pudieran generar malestar en el adversario. Ambos han defendido lo suyo, por supuesto que sí, y también como siempre los dos equipos trataban de huir del favoritismo apriorístico. Como si fuera malo ser favorito…
A partir de ahí, y teniendo en cuenta que tanto Sevilla como Betis cayeron derrotados en su última cita liguera ante Athletic y Granada, respectivamente, los datos objetivos indican que los verdiblancos están cuatro puntos por encima en la tabla clasificatoria. Es ésa, pues, una verdad irrefutable y eso equivale a que los béticos llegan por delante en la clasificación después de muchos años sin hacerlo, un periodo, además, que incluyó mucha gloria para los sevillistas en forma de títulos, hasta seis oficiales entre nacionales e internacionales.
Está claro que esto provoca un ansia particular por parte del Betis que tan bien maneja en este sentido, en el de la motivación, Pepe Mel. Desde la orilla verdiblanca se atisba la posibilidad de que esté cambiando un ciclo, la opción de mirar desde arriba al eterno rival después de mucho tiempo sin haberlo podido hacer. Con la referencia más inmediata del 1-2 gracias a las dos faltas con las que Beñat batió a Javi Varas no hace mucho, por ahí llega el objetivo de los visitantes en esta ocasión.
Enfrente, en cambio, se apela a que aún las diferencias de plantilla se deben notar sobre la cancha. El nivel económico en la soldada de los futbolistas sevillistas es tremendamente superior a lo que se baraja en las filas béticas y aunque en un partido, y más de este tipo, eso no quiera decir absolutamente nada, sí debiera ser trascendente a la hora del balance general de una temporada. Por ahí debe tener cierta ventaja Míchel sobre Mel a la hora de confeccionar sus equipos, pero ya se vio en el antes mencionado derbi de Beñat que nada tuvo que ver en el balance final.
Pues ésa es, fundamentalmente, la cuestión a dilucidar en la noche de hoy en Nervión. Si Reyes, por citar a un futbolista con un salario extremadamente alto, es capaz de acercarse siquiera a su rendimiento anterior o, por compararlo con otro zurdo y recién llegado, ahora mismo está a años luz de un Juan Carlos que arribara al Betis como cedido y con una inversión considerablemente menor. El balón se encargará de poner a cada uno en su sitio esta noche y para ello también hay que valorar las dudas que puedan tener tanto Míchel como Mel a la hora de confeccionar sus once iniciales.
No parece que existan muchas interrogantes en las cabezas de los dos técnicos madrileños que ahora mismo se sientan en los banquillos de ambos clubes sevillanos. Si Botía está en condiciones físicas, aunque su rodilla protesta por la carga de trabajo, parece que será uno de los dos centrales en lugar de Fazio en los blancos, y quedaría por resolver el ocupante del costado izquierdo en el ataque. Apunten a que Rakitic vuelva a partir de ahí para que sea Reyes quien esté más cerca de Negredo arriba. En el otro bando la lesión de Perquis eliminó la duda de los centrales en beneficio de Paulao y Mario. Dentro de un esquema fijo de 1-4-3-3, Mel buscará la velocidad arriba, lo que supone que Rubén Castro esté acompañado por Juan Carlos y por Agra, ¿o por Vadillo?
Son las cosas que pueden estar en las cabezas de los dos entrenadores, que al final partirán con 11 contra 11. ¿Y acabarán con los mismos? Eso dependerá de la aplicación del reglamento por parte de Teixeira Vitienes, Fernando de nombre para distinguirlo de su hermano José Antonio. El termómetro estará en torno a los 14 grados, aunque en las gradas la temperatura será mucho mayor después de que todos hayan garantizado su presencia, y las posibilidades de lluvia son nulas, según algunas webs especializadas. El balón correrá por el césped con facilidad y ya dependerá de la destreza de unos y otros para ver cuál de las dos Sevillas futbolísticas acaba sonriendo.
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