Calderón y la fidelidad
El técnico apela al 'manquepierda' para pedir respeto con el equipo. "Tenemos que estar a la altura", afirma.
Sevilla/No se ha encontrado una papeleta sencilla Gabriel Humberto Calderón al cumplir su sueño de entrenar al Betis. La paupérrima temporada del equipo y la difícil situación institucional han generado un ambiente de animadversión con los jugadores, de ahí que el argentino solicitase ayer respeto para el equipo, apelando al lema del manquepierda.
"Cada uno tiene que hacer lo que quiera. Hace 31 años cuando llegué aquí, ya que no tuve la suerte de nacer bético, me enseñaron que el Betis era un sentimiento de fidelidad, que reacciona ante la derrota y en los malos momentos, como se dice en el lema de Viva el Betis manquepierda", aseguró Calderón, que lamentó los incidentes del lunes: "Soy el responsable de abrir las puertas del entrenamiento y sabía lo que podía venir. Quería dar la cara con los jugadores. Lo que creo es que todo tiene un límite. Los insultos no están justificados. Había siete personas que se dedicaron a insultar y querer cargarse el entrenamiento. Mostrar el descontento es normal, pero estar una hora y medio insultando creo que no fue espontáneo".
El técnico, además, asumió las críticas por el bajo rendimiento ofrecido por su equipo. "Cuando no se gana, todo lo que se comenta es razonable. Como responsable del equipo en estos cuatro partidos, he visto a los jugadores trabajar, involucrados y que quieren salvar la situación. Luego en los partidos, ciertas circunstancias y errores individuales nos hacen perder los partidos. Estoy convencido de que el equipo dará otro nivel al que estamos viendo hoy. Después de un mes, asumo toda la responsabilidad", manifestó el técnico, que no ve en la Liga Europa un problema añadido: "El aficionado tiene derecho para pedir que el equipo tenga nivel y haga resultados. Sólo podemos agradecerle. Por cinco que pasen el límite no vamos a generalizar. La UEFA fue un esfuerzo de mucha gente. He escuchado que llega en mal momento. Para mí es una oportunidad muy importante de demostrar lo que es el Betis. Es un partido de todos, una final más. Tenemos que estar a la altura. Estamos trabajando para dar a la gente la alegría que se merece, un motivo para que sonrían otra vez".
Por último, Calderón se refirió a su rival de esta noche, un Rubin al que su ayudante, Eduardo Anzarda, siguió en Marbella. "Va a ser un equipo duro. En esta ronda de la competición todos los equipos están bien preparados. Sabemos que este invierno cambiaron jugadores importantes. Lo hemos visto jugar en los amistosos de Marbella. Lo hemos estudiado bastante bien", dijo el técnico, que lamentó el escenario del partido de vuelta: "Según las personas que han ido del Betis a Kazán, han visto que las condiciones del estadio no eran las mejores para el nivel UEFA, pero ésta lo da por válido, así que respetamos la decisión del estamento más importante".
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