La ventana
Luis Carlos Peris
Realidad tras unos sueños infundados
El infortunio que acecha al primer equipo parece afectar también a su filial. Cala, uno de los jugadores más prometedores de la feraz cantera sevillista, se lesionó de gravedad en los instantes finales del partido ante el Hércules. En principio, parecía una desviación de rótula, pero ayer el jugador lebrijano vio confirmados los peores pronósticos. La resonancia a la que se sometió en el Fremap fue desvelando, casi con suspense, la gravedad de la lesión, como refirió el jugador, que tiene ánimos recobrados tras el palo inicial.
"Se vio primero que se había salido el cruzado, luego, a los dos o tres minutos, me dijeron que tenía el menisco roto, y luego, que el lateral interno estaba parcialmente roto. Fue con suspense. Pero es una tríada", dijo Cala, que realizó la pretemporada en Costa Ballena con el primer equipo e incluso está incluido en la lista B de la UEFA.
Cala abandonó la ciudad deportiva del Sevilla en ambulancia tras lesionarse en el minuto 89. Intentó despejar estando algo desequilibrado un balón muerto y al meter la punta de la bota sintió el chasquido. "Mi paisano -el seleccionador sub 21- Juan Ramón López Caro me dicho que con esto se gana en raza. Desde chico me han enseñado a ganar y éste es otro partido que intentaré ganar", dijo el jugador, que hoy visitará al doctor Madrigal para conocer la fecha de la operación. A punto de cumplir 19 años, su juventud es la baza para la recuperación de su rodilla derecha, estimada en unos seis meses.
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