Buenos efectos colaterales

La confianza de Babá tras su primer gol del curso y la definitiva vuelta de Perotti en el triunfo copero se unen a la respuesta colectiva que buscaba Míchel. Rakitic demostró que sigue implicado y con gol.

Maduro besa cariñosamente a Babá ante Rakitic y Fazio tras el gol del senegalés al Espanyol.
Eduardo Florido / Sevilla

30 de noviembre 2012 - 05:02

El triunfo del Sevilla en Cornellà trae aparejados varios efectos colaterales positivos para el equipo de Míchel, al margen del pase a los octavos de final de la Copa del Rey. De entrada, el entrenador ya valoró tras la victoria sobre el Espanyol que, pese a que el rival anda metido en otras peleas más importantes y el condicionamiento de la roja tras el penalti a Babá, sus jugadores tuvieron desde el inicio del partido la respuesta que venía esperando y que desde el propio José María del Nido hasta la afición venían reclamando. Una respuesta basada en el funcionamiento como colectivo, como equipo. Míchel no quiere que este "efecto balsámico" que zanja, por el momento, la mala dinámica visitante del Sevilla no "se evapore", para lo que les seguirá pidiendo a sus jugadores la misma ambición, compromiso y convicción en la fuerza grupal para los siguientes envites. Pero hay más consecuencias para mirar el futuro con cierto optimismo.

La primera de ellas atañe al futbolista que tendrá que seguir cubriendo, al menos en los dos próximos compromisos ligueros, el lunes ante el Valladolid y el viernes siguiente en Cornellà de nuevo, la baja por lesión de Negredo. La reaparición del delantero titular y máximo goleador del equipo se antoja inviable al menos hasta la semana en la que el Sevilla recibe al Málaga, a mediados de diciembre. Por eso es importante que la participación de Babá en el triunfo sobre el Espanyol haya inyectado en él la suficiente dosis de confianza para darle continuidad en la Liga a lo mostrado en la Copa. Provocó el decisivo penalti, marcó por primera vez este curso y se puso de nuevo ante el gol, aunque marró otra gran ocasión.

Su gol no fue decisivo para la eliminatoria, pero sí puede serlo para la confianza del jugador. La forma con que sus compañeros rodearon y felicitaron al senegalés tras la consecución del definitivo 0-3 demuestran que la preocupación por el estado de ansiedad y las críticas que estaba recibiendo Babá habían calado en la plantilla, que no veía recompensado el trabajo y el compromiso del futbolista en los entrenamientos, elogiados por el propio técnico. La confianza es clave en cualquier futbolista y más aún en un delantero y a ello debe agarrarse Babá para afrontar sus nuevos retos con tranquilidad y sabiendo que tiene el respaldo del cuerpo técnico y de la plantilla.

Otra consecuencia positiva es que Perotti evidenció un buen estado de forma para retomar su rol principal en la faceta ofensiva del Sevilla. El argentino ha dejado atrás su largo proceso de lesiones y las palabras de Míchel elogiando su personalidad y su importancia para el equipo recalcan que en Nervión todos esperaban su definitiva puesta a punto. El curso pasado apenas jugó 16 partidos de Liga entre lesión y lesión y no marcaba un gol desde el 3 de marzo de 2011 (Sevilla-Zaragoza, 3-1), es decir, hace nada menos que un año y casi nueve meses después. Además, jugó su primer partido de titular esta temporada y lo hizo con desparpajo, encarando, lanzando a puerta y rozando el gol en un preciso lanzamiento al poste, acarreando muchos balones arriba y yéndose con determinación a lanzar el penalti por delante de un especialista como Rakitic.

El croata, por cierto, dejó una nueva muestra de que ha cambiado radicalmente con respecto al año pasado, cuando apenas marcó un gol inservible en la Copa. Ahora sí tiene confianza y es el mejor ejemplo para compañeros como el propio Babá o Perotti. Marcó su tercer gol del curso y volvió a lucir galones liderando la presión.

3 Comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último