De Bolt y los 'Stuka'
Sevilla - Betis · las estadísticas
El derbi no registraba una goleada similar desde hace 70 años. Reyes supera la precocidad goleadora de Mel.
Patrik 0'Connell, en el castellano churrigueresco que podía tener un irlandés en España en los años 40, hizo célebre una frase: "Orujo no bueno". Con ella desprestigiaba a un delantero que escribió páginas con letras de oro en la historia del Sevilla, el Pato Araújo, quien, entre otras cosas, marcó un gol en Las Corts ante el Barcelona que valió un título de Liga.
Míchel, 70 años después, pone su nombre al lado del británico al ser el segundo entrenador del Sevilla que logra que su equipo le marque cinco goles al eterno rival en un derbi. Pero Míchel, mientras, defiende a un delantero criticado como Babá hasta en los infiernos
El derbi, como todo, cambia con el paso de los años, pero este domingo el Sevilla-Betis hizo un guiño inesperado a una de las dos aficiones, mientras que le daba la espalda a la otra. Lanzado con el tempranero gol de Reyes, otro que entra en la historia de los derbis al superar a Mel, precisamente a Mel, como el autor del gol más rápido -paró el crono 5 segundos antes que el hoy técnico madrileño-, el Sevilla reeditó y casi calcó un derbi que por el gol de Rubén Castro sigue siendo la mayor goleada de todos los enfrentamientos entre eternos rivales. Muchas similitudes entre el partido de este domingo y el de aquel 17 de enero de 1943. En pleno apogeo de la delantera Stuka, como Reyes y Fazio, dos de aquellos cazabombarderos de la Segunda Guerra Mundial, Berrocal y Raimundo, ya dejaron un 4-0 al descanso ante la algarabía de los aficionados sevillistas. E igual que Reyes, que lo hizo en el minuto 1, un gol tempranero abrió la espita del gas. En el minuto 5 llegó el primero aquella tarde, obra de Berrocal, que redondearía la cuenta al final, en el 89, casi como Rakitic anoche (84'). Honorato López Cesárea hacía de Adrián, y quedan ambos con el dudoso honor de ser los porteros más goleados en un derbi. Aquella temporada, la 42-43, los blancos ya habían golpeado fuerte a domicilio al equipo de Heliópolis, un 2-5 que sigue figurando entre las mayores goleadas de la historia, con un 1-4 en 1960 con Ruiz Sosa abriendo también la cuenta en el minuto 7, o un 4-0 en sentido contrario, es decir, del Betis al Sevilla veinte años más tarde recordado por el derbi de los cuernos que le tiraron a Paco.
Pero el derbi de este domingo bate más marcas. No se había producido una goleada así en ningún derbi de España en Primera desde el 64, cuando el Barcelona le endosó un 5-0 al Espanyol. Ni con Messi. Y luego está como empezó todo, con ese gol relámpago, a lo Bolt, de Reyes. Pepe Mel veía con sus propios ojos cómo el utrerano, en la portería contraria a la que él perforó hace 21 años, le arrebataba el récord de precocidad goleadora. Aquel derbi de la 90-91 lo ganó el Sevilla, pero se le torció a los 18 segundos con el gol del madrileño a Unzué. Carvajal y Conte le darían la vuelta al partido y Polster pondría la puntilla antes de que Perdomo pusiera el definitivo 3-2. 18 menos 13, igual a 5 . Otro guiño.
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