Bloqueo en el cambio de rol

Informe técnico

Sin chispa y con Banega muy atrás a veces, no superó a un Barça con 10.

Juan Antonio Solís

23 de mayo 2016 - 05:02

A veces, las situaciones favorables acaban siendo mal digeridas. Cambian el paso. Le pasó al Sevilla en la segunda parte, con superioridad en jugadores pero sin un plan agudo, realmente dañino, para hincarle el diente a un Barcelona muy replegado, que se adaptó mejor a un traje improvisado. Un traje de arpillera.

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DEFENSA

En la primera parte, con la defensa más cerca de Sergio Rico y el balón del Barcelona sobre todo, respetándose el guión preestablecido, el plan de Unai Emery para neutralizar al tridente barcelonista cuajó. Cuando Messi recibía como falso extremo derecho y salía hacia sus habituales diagonales, el Sevilla cerraba espacios a su alrededor con enorme coordinación y eficacia. Eso ayudó mucho a desconectar a Luis Suárez.

Por la izquierda, Mariano aguantó esta vez con habilidad a Neymar para evitar que el brasileño, uno de los mejores regateadores del planeta, se le marchara de salida. Su firmeza en la banda derecha terminó de cerrar las vías hasta Sergio Rico. Sólo hubo un fallo de Coke, que se descuidó en una irrupción de Iniesta por el carril del diez que dejó a Luis Suárez con un remate franco desde el borde del área.

Tras el descanso, la roja a Mascherano llevó a la zaga del Sevilla a defender más arriba, pero a medida que apareció el cansancio por el esfuerzo de Basilea, las líneas se separaron más y más. La calidad de Iniesta en la conducción desde atrás, de Messi -el mejor jugador del mundo se ubicó como punta con la lesión de Luis Suárez- retrasándose y arrancando, y de Neymar desmarcándose a la espalda del lateral diestro llevó al campeón de Liga y todavía de Europa a salir cada vez más. Hasta que llegó la expulsión de Banega.

ATAQUE

Precisamente la posición de Banega, que a veces se retrasaba demasiado, llamó la atención viendo el repliegue del Barcelona. A menudo, era Krychowiak el que trataba de avanzar y buscar una línea de pase, una conexión con los laterales avanzados, con Vitolo o Coke. Cuando Banega era el que se asomaba, la sensación de peligro era mayor. De hecho, el argentino tuvo la oportunidad más clara con ese tiro que se fue al palo derecho de Ter Stegen, aparte de la falta directa de la primera parte, en la infracción que mandó a las duchas a Mascherano. Pero faltaron dinamismo, circulación de balón, desmarques: haber preparado esta final con dos extrenamientos, y cuatro días después de una final europea, pasó factura.

VIRTUDES

El buen planteamiento once contra once. Un equipo bien plantado, seguro y que puso el partido de cara en una acción puntual que se trabajó.

TALÓN DE AQUILES

La falta de determinación y de un plan profundo, para sentenciar a un Barça con diez. Lógico que se desfondara tras lo de Basilea.

UNO POR UNO

Sergio Rico mantuvo en pie a su equipo sacando varias manos de reflejos tras el 1-0. Éste, difícil de atajar.

Mariano Gran primera parte en defensa. Arriba, más activo que peligroso.

Rami Dueño de su zona ante Luis Suárez.

Carriço Atento a las irrupciones de Messi.

Escudero Lógico bajón físico en la segunda parte.

Krychowiak Hasta él acabó pagando lo de Suiza. En el pase, inocuo.

Banega En la primera parte, mejor en defensa. Luego, le faltó continuidad arriba.

Coke Impreciso en el pase. Y más cuando perdió frescura.

Iborra Enorme peinada a Gameiro en la roja a Mascherano. Piqué lo sujetó.

Vitolo Otro que por la falta de chispa, de tono físico, tuvo el toque perdido.

Gameiro Surtidor de balones muy escaso. Y muy bien marcado por la zaga azulgrana.

Konoplyanka Ni un solo intento de arrancar con ardor para aprovechar su frescura.

Llorente Contados balones.

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