El Betis contra el Betis

Los accionistas deciden su gobierno en la asamblea, a priori, más polémica de los últimos años. Las dos candidaturas se ven ganadoras, aunque necesitarían casi un 30% de apoyo.

El Betis contra el Betis
El Betis contra el Betis
Javier Mérida, Sevilla

23 de septiembre 2015 - 05:02

No se trata como se intenta vender desde el establishment verdiblanco de una batalla entre los buenos y los malos. Se trata, simplemente, de dos facciones de béticos que luchan por el poder, por el gobierno del club. Ambos tienen pasado, por mucho que lo quieran barnizar. Manuel Castaño convivió con Manuel Ruiz de Lopera, quien hoy lo apoya con las acciones que aún ostenta. José Miguel López Catalán convivió con Francisco Estepa y Manuel Domínguez Platas, herederos de José Antonio Bosch, del Betis judicializado de los 25 puntos.

Lo que se libra hoy, desde las ocho de la tarde en el hotel Al-Andalus es, por tanto, una guerra civil, entre béticos que no han sido capaces de hallar puntos de acuerdo para ese Betis de consenso que aúne voluntades y en el que todos los accionistas o grupos de ellos que ostenten un paquete relevante estén representados. Y este Betis con el que sueñan los idealistas, y que no es factible ya este 23 de septiembre, no lo han querido posibilitar ninguno. Baste recordar que el propio Castaño o Rufino González -a quien también se tachaba de loperista y luego vendió sus acciones a Catalán-, con paquetes notorios se han llevado cinco años fuera del órgano que toma las decisiones. Y, manque se haya vendido, no había impedimento judicial ninguno.

Así que hoy a quien Dios se la dé que San Pedro se la bendiga. Ya no valen más artimañas, más campañas orquestadas y con voceros que jamás debieron serlo... Ni siquiera más muertos en San Jerónimo con acciones del Betis. Ya sólo valen las acciones, justo lo que Gómez Navarro y Cortés Elvira decidieron en 1992. Y por bien del Betis sería deseable que los episodios vividos en aquellas abominables juntas perpetradas por Lopera no se revivan hoy. Ni eso ni la duda de un pucherazo que sería la vergüenza de España, como se alienta desde algunas trincheras que se niegan no a aceptar una presumible derrota, sino a la propia celebración de la asamblea.

Ollero, el ganador

Si en esta previa hay un vencedor de la Junta, ése no es otro que el actual presidente de la entidad, Juan Carlos Ollero. Su integridad y su beticismo, más allá de qué pueda ocurrir con su persona -si Castaño lo hubiera conocido en otras circunstancias, le hubiera propuesto ir en su equipo-, han garantizado, hasta este momento, el orden, que otra cosa será lo que ocurra hoy. No se ha posicionado más que para garantizar que, siendo él presidente, esta Junta no se suspendía. Ítem más: le ha quitado la idea de la cabeza a parte de su grupo de trabajo y demostrado, al igual que cuando fichó a Mel, que el entorno, a él, le influye lo justo.

Los porcentajes

Suspendidos por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Sevilla los derechos políticos del 31,38% de las acciones del Betis (117.500 en total), más un 2% que aún hoy sigue sin titularidad -mal suscritas, no entregadas, recibos de compra perdidos, fallecidos antes de retirarlas...-, en la Junta podría llegar a estar representado poco más del 66%, es decir, con un 33% la victoria sería matemática. Si a la fecha, la participación máxima en una asamblea del Betis rondó el 70% -contando ese 31,38%-, resulta difícil pensar que con la campaña los candidatos hayan logrado rescatar el 30% que estaba perdido o no asistía a las asambleas.

Catalán y Haro aseguraban ayer tarde contar con más del 25% controlado, cifra que se antoja muy alta pero que es probable, aunque predicen que hoy en la sala rondarán una cifra con tres o cuatro puntos por encima. Castaño dice que maneja un 28% (sólo el 4,5% de su familia y el 19,96% de Farusa le garantizan un 24,5%). Si ambos, que se han acusado mutuamente de falsear las cifras, están en lo cierto, sólo quedará fuera de la Junta un 10% sin contar las acciones inhábiles. Es decir, la participación sería del 90%, cifra que no se recuerda y no ya en el Betis o en el fútbol. ¿Pero?

Por Nuestro Betis

Con tres abstenciones, cien acciones en total, PNB aprobó en la noche del lunes el voto sindicado para la candidatura de catalán y Haro. ¿El porcentaje? Es difícil saberlo, ya que los accionistas con más de diez títulos presentes en la sala votarán a título individual, lo que reduce sensiblemente el paquete de PNB, que apoyará a la candidatura continuista Ahora, Betis, ahora con poco más del 3% de acciones.

Es en este punto donde Castaño habló de que Catalán y Haro contaban dos veces algunos votos, ya que, por ejemplo, las 400 acciones de la Peña Bética de Marchena, van fuera del voto sindicado.

La vigilancia

La candidatura Betis, mucho más que un sentimiento asomará respaldada a la Junta General para vigilar por el buen desarrollo de la misma, principalmente a la hora de las acreditaciones y, sobre todo, de quiénes van dentro de un voto conjunto como el de PNB, por ejemplo. El motivo también es que a Catalán y Haro poco o nada les importaría que se impugnase la Junta a posteriori, ya que lógica pretensión de éstos es ganar tiempo de cara a la Junta de diciembre.

El orden del día

"Cese y nombramiento de consejeros y modificación, en su caso, del número de miembros del consejo de administración de la sociedad". Éste es el único punto a tratar, que derivará en un consejo absolutista de una de las dos candidaturas. En la Junta General Ordinaria de diciembre, el reparto sí será proporcional y el club será más participativo y democrático, con más facciones representadas.

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