Beñat lidera a un equipo avasallador

La debilidad del rival desata al mejor Betis, equilibrado por el vasco, muy abierto y armado con el tiralíneas de Salva Sevilla

Javier Mérida

07 de marzo 2011 - 05:02

Tras los arreones de garra de Ponferrada y, sobre todo, tras el fútbol puesto en liza ayer en Heliópolis, puede asegurarse que el Betis ha vuelto. Porque el equipo, que ya había ganado hace dos semanas al Albacete de la mano de un gran Beñat que se vio muy solo, recordó ante Las Palmas al Betis que se había perdido. El vasco halló está vez infinidad de socios por delante de él y la precisión de Salva Sevilla y la endeblez defensiva del equipo canario hicieron el resto. Así, el arriesgadísimo 4-2-4 que dibujó Pepe Mel sobre la pizarra se reveló, esta vez sí, acertado para jugar durante muchos minutos en terreno rival.

DEFENSA

Vaya por delante que Las Palmas apenas exigió. Al Betis le sobró con Beñat en el centro del campo. La buena ubicación del vasco y una mínima presión fue suficiente para desactivar al rival. Detrás, Belenguer le dio a la zaga el aplomo que solía Dorado en otros tiempos y los laterales fijaron bien a los extremos, incluso Nacho ante el escurridizo y hábil Jonathan Viera.

La ausencia de incidencias quizá llevó algo de relax a la defensa, que encajó un gol evitable cuando ganaba por 3-0 y el rival tenía sólo diez futbolistas en el campo.

ATAQUE

Más abierto el equipo que otras veces, Rubén Castro interpretó muy bien su papel en la derecha. Allí lo buscaron y lo hallaron Salva Sevilla y Nacho. Ezequiel alardeó de doble salida, por dentro y por fuera, y por los medios Beñat le dio razones al balón junto a un Salva Sevilla clarividente.

Paradójicamente, aunque el Betis atacó hasta aburrirse y dispuso de una docena de ocasiones de gol claras, ni Emana ni Jorge Molina se mostraron especialmente activos en este sentido, aunque ambos marcasen un gol y habilitasen espacios con su dinamismo. Fue el reseñado Rubén Castro, quien en teoría vivía más lejos del gol, el que mejor concibió las ideas atacantes del resto del equipo.

VIRTUDES

La confianza en su pegada. Se convirtió en la rúbrica del gran Betis de la primera vuelta y ha regresado. Mel apuesta por el ataque y sus hombres vuelven a creer a ciegas. Y las bandas volvieron.

TALÓN DE AQUILES

Amén del gol encajado en superioridad numérica y por mor de la lenta reacción de portero y defensas, el Betis se fue del partido a los veinte minutos. Perdió intensidad y tardó en cerrar el partido ante un feble adversario.

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