Con Beñat todo es más fácil

En los 94 minutos que duró el encuentro en San Mamés, el Betis resumió su pasada temporada, con esas mismas virtudes que lo convirtieron en un equipo reconocible y agradable para el espectador. A un comienzo arrollador, al ritmo de un Beñat imperial y enrabietado en La Catedral, le siguió una desconexión que le pudo costar cara y permitió al Athletic igualar un 0-3, pero todo finalizó con un nuevo arreón de su vertiginoso ataque para meter cinco goles en San Mamés.

El equipo de Mel, quien ya vaticinó un Betis alegre, demostró que velocidad y pólvora en la zona ofensiva serán sus señas de identidad, pero en la ruleta rusa en la que convirtió el duelo también exhibió esas carencias atrás que alguien debe encargarse de tapar. Y es que, tanto en los laterales como en el juego aéreo, el Betis ofrece una debilidad extrema.

Defensa

Como ya ocurriera la temporada pasada, en otra exhibición del equipo de Mel, el cuadro verdiblanco comenzó con una presión muy adelantada que asfixió al Athletic hasta el ridículo, provocando que incluso Marcelo Bielsa moviera sus piezas cuando apenas se llevaban 24 minutos. Esa presión a la que ayudó todo el equipo con una defensa adelantada y bien plantada aguantó hasta que el centro del campo, sobre todo Beñat y Rubén Pérez, tuvo oxígeno. Aunque también las carencias en el juego aéreo, un aspecto en el que Mel había incidido durante la semana, acabaron por meter a su rival en un partido del que parecía expulsado.

Los espacios a las espaldas de los laterales volvieron a convertirse en uno de los puntos negros de este equipo, aún más en la zona de Nacho, fuera de sitio en más de una ocasión.

Ataque

La velocidad que el Betis ha acumulado para el ataque, y eso que Campbell se quedó en la grada y Agra fue el menos activo del cuarteto ofensivo, se exhibió en apenas media hora, tiempo suficiente para que Juan Carlos, Rubén Castro y Jorge Molina silenciaran San Mamés. Ese fútbol vertical también se benefició de los robos de Beñat en el campo contrario, lo que facilitó esa salida vertiginosa e imparable para la defensa vizcaína.

Con 0-3 en el marcador, el equipo echó en falta algo más de pausa para no dejar que el Athletic se metiera en el partido, aunque los cambios de Mel, que dejó atrás el inicial 1-4-4-2 para pasar a un 1-4-2-3-1 con más de equilibrio en la zona central, sirvieron para darle la estocada al encuentro.

Virtudes

Con Beñat al mando, el Betis posee un centrocampista que hace mejores a sus compañeros y, sobre todo, si se lo acompaña de una pléyade de velocistas que sí saben lo que hacer con la pelota. Meter cinco goles en La Catedral no está al alcance de muchos.

Talón de aquiles

Ese despiste en el primer minuto de la reanudación que animó al Athletic hasta alcanzar el empate. Y, claro está, el juego aéreo, punto débil conocido de este equipo, que casi le cuesta un disgusto.