Banega, un año sin resuello
El líder del juego ofensivo lleva 63 partidos entre su equipo y su selección desde que llegó al Sevilla.
La unión entre el Sevilla y Banega fue una bendición para ambos. El futbolista se reencontró con el fútbol de alta competición e incluso su actividad en Nervión le permitió regresar a la selección de Argentina, tras un aciago año entre Valencia y Rosario. La cesión en Newell's Old Boys fue muy poco fructífera para el mediocampista argentino, hasta el punto de quedar apartado de la albiceleste, de ahí que su fichaje por el Sevilla levantara todo tipo de suspicacias. Sin embargo, Banega se erigió en escaso margen de tiempo en el líder del juego ofensivo del equipo de Unai Emery. Su concurso en el equipo fue trascendental y el entrenador confió en él para las grandes citas una vez que, tras un dubitativo inicio, tomó los galones de la medular, en detrimento de Denis Suárez. Ahora es difícil imaginar un Sevilla sin Banega, aunque en el Ciudad de Levante es posible que no juegue. Tal es su saturación de partidos y viajes...
Banega acumula en apenas un año nada menos que 63 partidos, entre los que jugó con el Sevilla, un total de 49 citas oficiales, y aquellos otros en los que defendió el pabellón argentino, 11 entre seis amistosos y los cinco de la Copa América. El torneo sudamericano no permitió a Banega tener resuello tras una campaña larguísima en la que el Sevilla llegó a jugar hasta 60 partidos oficiales. Además, la disputa de la Supercopa de Europa el pasado 11 de agosto adelantó la puesta a punto del futbolista después de un corto periodo vacacional. El jugador demostró llegar a la competición con el punto justo de ritmo y precisión, de hecho, marcó el primer gol del Sevilla a los tres minutos con un golpe franco ejecutado como mandan los cánones. Pero en sus piernas se cargaron los primeros 120 minutos del curso, después de haber tenido una escasa etapa de preparación, ya que fue el último jugador en incorporarse a la pretemporada tras participar en la Copa América que Argentina perdió ante la anfitriona, Chile.
Con su selección, Banega ha tenido menos protagonismo que en el Sevilla. Tata Martino lo convocó por primera vez para los amistosos que Argentina disputó el pasado mes de octubre, tras comprobar su buen rendimiento en Nervión. No actuó ante Brasil pero sí lo hizo frente a Hong Kong, titularidad y gol inclusives. Desde aquel reestreno con la albiceleste, el medio centro acumula 6 partidos amistosos (366 minutos), incluido el rato que jugó el pasado sábado ante Bolivia, y cinco de la Copa América. En la final, disputada el pasado 4 de julio, también participó 40 minutos, aunque durante el torneo sólo fue titular una vez, en el debut de Argentina ante Paraguay, el pasado 13 de junio.
En cuanto al Sevilla, el título de la Liga Europa que conquistó en Varsovia el 27 de mayo, día en que fue elegido por la UEFA como el hombre del partido, fue el colofón a una temporada en la que el argentino fue de menos a más. Desde que debutase como sevillista el 23 de agosto de 2014, ante el Valencia, Banega se convirtió primero en un recurso para Emery y luego, paulatinamente y a partir de su primera titularidad ante la Real Sociedad, en el manijero del equipo... Terminó siendo el segundo jugador con más partidos oficiales, 49 (3.305 minutos), sólo superado por Bacca, con 56 partidos (3.543 minutos). Bien es verdad que Emery lo dosificó y hasta tres futbolistas que jugaron menos partidos acumularon más minutos: Carriço (45 partidos/4.047 minutos), Krychowiak (48/4.096) y Aleix Vidal (47/3.385). Con todo, fue un fijo en la Liga y en Europa, ya fuera titular, sobre todo, o suplente. Sólo se perdió cuatro citas ligueras, dos por acumulación de amarillas y dos por descanso, en Elche (jornada octava) después de su reestreno con la selección, y en Vigo (jornada trigésima sexta) antes de la semifinal en Florencia.
Ahora, Banega, suplente en Houston ante Bolivia, apunta a la titularidad el miércoles en Dallas frente a México. Estos amistosos en Estados Unidos podrían dejarlo fuera del equipo tras el parón, gracias también a la poca comprensión de la LFP al fijar el partido del Sevilla en viernes. Banega juega a las cuatro de la madrugada del miércoles y el equipo debe viajar el jueves a Valencia. El jugador, con un largo vuelo transoceánico a sus espaldas, apenas tendrá tiempo para bajarse de un avión y montarse en otro. Será una buena ocasión para darle descanso, pues el martes siguiente es el estreno de la Champions ante el Mönchengladbach. Otra buena razón para que Banega, que desde que llegó al Sevilla acumula 63 partidos y en ningún mes ha dejado de jugar, ni siquiera viaje a Valencia.
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