Banderazo a toda una vida en el Circuito

Alfredo Franco Sánchez, presidente del Club del Motor, se jubila tras 26 años de trabajo en el trazado jerezano

Alfredo Franco agita la bandera a cuadros al paso de un piloto de Moto3 bajo el 'ovni'.
Alfredo Franco agita la bandera a cuadros al paso de un piloto de Moto3 bajo el 'ovni'.

30 de abril 2012 - 01:00

R.N./D.S. / JEREZ

Alfredo Franco Sánchez fue el encargado de dar los tres banderazos de llegada en las carreras del Mundial disputadas ayer en el Circuito de Jerez y en las que se impusieron romano Fenati, Pol Espargaró y Casey Stoner. Una gran metáfora porque el presidente del Club del Motor del Circuito de Jerez también recibirá hoy su particular banderazo de llegada: es su último día de trabajo. A partir de mañana pasa a la 'reserva' y será un espectador más del devenir del trazado jerezano, que pasa a manos municipales el próximo 1 de junio.

Veintiséis años son toda una vida al frente de un puesto de responsabilidad en el Circuito. Alfredo Franco estaba allí cuando se disputó la primera prueba que albergó el circuito, el certamen nacional de automovilismo. Luego llegó la Fórmula 1 y meses después el primer Gran Premio de España de motociclismo, "que por aquel entonces organizaba la FIM y no Dorna".

Franco se ha encargado durante todo este tiempo de "todo lo relacionado con el circuito a nivel deportivo, sobre todo en pista con los comisarios. Este trabajo me ha permitido viajar mucho y conocer otros circuitos".

Uno de sus mejores recuerdos es "la celebración del primer Gran Premio de España de motociclismo. En aquellos momentos ni se nos pasaba por la imaginación la repercusión tan grande que iba a tener el Gran Premio". También recuerda con especial cariño "la Fórmula Uno a pesar de las muchas fatigas que pasamos para sacarla adelante. Te exigían muchas cosas y no te podías ni mover". Y a modo de anécdota recuerda: "Teníamos las oficinas en Jerez y tuve que ir a por documentación relativa al Gran Premio pero cuando llegué a la puerta un seguridad contratado por la organización, un belga o un alemán, no nos dejaba pasar". Perder la Fórmula 1 fue "duro porque deportivamente era muy bonito pero costaba muchísimo dinero".

La jubilación le llega ahora que el circuito va a pasar de manos privadas al Ayuntamiento, una fórmula que ve con escepticismo: "Les deseo toda la suerte del mundo y me alegraría. Los proyectos que han anunciado están bien pero cuestan dinero y son difíciles de arraigar. La gente viene aquí por el Gran Premio, que hay que mantener como sea. ¿Una prueba del Mundial de superbikes? Eso ya lo hicimos en su momento y no venía nadie. Como el circuito de Motocross, igual".

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