Balones rápidos hacia los extremos

Granada-Sevilla · informe técnico

El Sevilla se olvida del mediocampo y busca a Jesús Navas y Reyes con el primer pase. Negredo abre un sinfín de caminos.

Foto: Miguel Rodriguez/Lucia Rivas
Foto: Miguel Rodriguez/Lucia Rivas
Javier Mérida

27 de marzo 2012 - 05:02

Míchel, salvo que los resultados lo obliguen a dar algún bandazo, ha hallado el camino. Y éste consiste, ni más ni menos, que en llevar el balón con celeridad hacia los buenos. A falta de un centrocampista organizador que distribuya, Fazio, Medel, Trochowski y, principalmente, Escudé tienen la misión de llevar el balón a las bandas con celeridad. Los destinatarios del primer pase van a ser, invariablemente, Jesús Navas y Reyes, para que en ellos el fútbol adquiera el vértigo que se desequilibre a los rivales.

Defensa

La pareja que forman Fazio y Escudé sigue careciendo de agresividad. De ahí que cuando no la ponga Medel por delante -Trochowski se limita a acompañar y mirar-, se eche de menos ese central más dinámico que apague los fuegos que se crean por el medio, ya que cuando alguno sale suele fallar en su pretendida anticipación y, además, Fazio jamás va a encontrar la cobertura de Coke. Él, por contra, sí le hizo alguna ayuda de mérito a su lateral en la primera mitad, en la que el Sevilla sufrió algún contraataque.

La presión adelantada en la primera mitad, con Negredo incluso implicado, favoreció algún robo de balón y más de una imprecisión de los iliberitanos. Con los goles y los minutos, Míchel fue retrasando las líneas de presión y el Granada fue a menos.

Ataque

El fútbol directo del Sevilla resultó letal con buenos cambios de orientación, con Jesús Navas y Reyes llegando bien y con Negredo generando espacios. Con todo, el primer gol llegó gracias a una buen iniciación por el medio de Medel y un gran pase interior de Reyes a Negredo. El segundo sí nace en un pase desde la zaga y el tercero en el enésimo contragolpe que, aunque mal resuelto, acabó en la red de Roberto.

El Sevilla, que pudo lograr una goleada mayor, no la materializó por un defecto recurrente en él, que es no ponerle algo de pausa a su fútbol cuando el balón ya está en las inmediaciones del área. De sus cuatro delanteros, sólo Negredo es capaz de levantar la cabeza en esos metros y elegir habitualmente la mejor opción. El resto juega un tanto a la lotería.

Virtudes

El vértigo que Reyes le da al equipo. Con Jesús Navas al otro lado, el Sevilla las llegadas al área son abundantes y diáfanas.

Talón de Aquiles

El estatismo defensivo. Salvo Fernando Navarro y Medel, los demás son demasiado mirones.

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