Azpilicueta, el capitán
Final de la Champions League
El navarro se convierte en el primer futbolista español que levanta la Champions como capitán con un equipo extranjero
César Azpilicueta llegó a un Chelsea campeón. Un equipo que acababa de ganar su primera Liga de Campeones y que aspiraba a levantar muchas más. El éxito no pudo ser inmediato. Nueve años después, el capitán 'bleu' se convirtió en el primer español en la historia en levantar la 'Orejona' con un equipo extranjero.
"Es increíble. Llegué aquí para repetir lo de 2012 y aquí estamos", dijo un Azpilicueta extasiado instantes antes de recoger su medalla de campeón y levantar la copa al ritmo de Queen.
Un largo viaje para él, en el que lo había conquistado todo, incluidas dos Ligas Europa y dos Premier League, pero sin la gloria del máximo honor europeo, la razón por la que llegó procedente del Olympique de Marsella hace nueve años.
En las entrevistas, a lo largo de los años, no ocultaba su amor a la competición. La que siempre quiso ganar desde que era pequeño. El sueño de cualquier niño, en sus propias palabras.
Por eso sintió casi como un gol cuando sacó un pase de la muerte dirigido hacia Ilkay Gündogan en la última media hora de partido. El navarro siempre estuvo ahí, en el centro de la defensa o en el lateral, siendo constante y preciso. Sin grandes alardes, pero con todo el trabajo en sus hombros que requiere ser el capitán de uno de los equipos más grandes del mundo. Desde este sábado, el más grande de Europa.
En una temporada que no ha sido la más fácil, puesto que Frank Lampard, el predecesor de la gloria, no le consideraba titular indiscutible, como sí lo hicieron sus entrenadores anteriores, acumulando récords de participaciones campaña tras campaña.
La llegada de Thomas Tuchel le abrió las puertas de la continuidad de nuevo. Y ya no la soltó. Fijo en los onces desde el aterrizaje del alemán. Azpilicueta ha sido titular en todos los encuentros desde la fase de grupos. Presente en los triunfos ante el Atlético de Madrid, el Oporto y el Real Madrid, y, cómo no, en la gran final contra el Manchester City.
Su reacción nada más ganar el título fue irse a la zona donde estaban sus familiares y celebrarlo con un salto y un puñetazo al aire. Igual que cuando el equipo cayó en otras ocasiones y él era el último en marcharse al túnel de vestuarios de Stamford Bridge, quedándose agradeciendo el apoyo a cada una de las gradas del estadio londinense.
Porque por algo es el capitán. Y a partir de ahora, el capitán del campeón de Europa.
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