El Atlético de Simeone, siete títulos en seis años y ocho meses
Supercopa de Europa
En este tiempo el conjunto rojiblanco ha ganado todas las grandes competiciones menos la Liga de Campeones
El Atlético de Madrid del argentino Diego Simeone conquistó este miércoles su séptimo título en seis años y medio con la segunda Supercopa de Europa en ese tiempo, en el que ha ganado todas las grandes competiciones menos la Liga de Campeones, su mayor anhelo y deseo después de las dos finales de 2014 y 2016.
Es el único torneo que aún se le resiste, doblegado en Lisboa en la prórroga (4-1) y en Milán en la tanda de penaltis, tras el 1-1 con el que terminaron los 120 minutos, por el Real Madrid, al que hoy superó en Tallin para agrandar un palmarés inigualable ya para cualquier técnico rojiblanco, incluido Luis Aragonés, que sumó seis.
Una sucesión de éxitos, cinco en el periodo entre 2012 y 2014, y dos en apenas tres meses, desde el pasado 16 de mayo, cuando ganó la Liga Europa al Olympique de Marsella en Lyon, con dos goles de Antoine Griezmann y uno de Gabi Fernández, a este miércoles, 15 de agosto, cuando también se adueñó de la Supercopa de Europa.
Los siete en los seis años y ocho meses que acumula Simeone al frente del Atlético. Desde finales de diciembre de 2011, cuando fue el elegido para reflotar a un equipo en crisis, más cerca del descenso que de Europa en la Liga y apartado unos días antes de la Copa del Rey por el Albacete, entonces en Segunda División B.
Simeone debutó con el Atlético el 7 de enero de 2012 con un 0-0 en la Liga frente al Málaga en La Rosaleda, el comienzo de un cambio radical en el Atlético, transformado en un bloque con una tremenda competitividad, con una mentalidad ganadora innegociable y con una ambición con la que fue sumando éxitos en forma de títulos y compite durante el último lustro de tú a tú con Barcelona y Real Madrid.
El 9 de mayo de 2012 conquistó su primera competición: la Liga Europa. La ganó en el estadio Nacional de Bucarest por 3-0 contra el Athletic Club, devorado por el colombiano Radamel Falcao, doble goleador decisivo para impulsar un triunfo que culminó después el brasileño Diego Ribas. Ahí comenzó la época más productiva de títulos de la historia del club rojiblanco, partido a partido.
Casi de inmediato, el 31 de agosto de 2012 en el estadio Luis II de Mónaco, el Atlético también logró la Supercopa de Europa, con un encuentro imponente del equipo rojiblanco y sublime de Falcao, autor de tres goles ante un Chelsea desbordado y goleado sin discusión.
El Atlético venció por 1-4 al conjunto londinense, en el que jugaba Fernando Torres. El primer tiempo ya mandaba por 0-3, con un 'triplete' del atacante colombiano. El brasileño Joao Miranda anotó el cuarto en el segundo tiempo, mientras que Gary Cahill logró el tanto de un Chelsea incrédulo, superado de principio a fin.
La temporada 2012-13 terminó con otro título: la Copa del Rey conseguida el 17 de mayo de 2013 en el estadio Santiago Bernabéu frente al Real Madrid, en la prórroga y por 1-2, con el gol decisivo anotado por Miranda. El Atlético no ganaba ese torneo desde 17 años antes, desde aquel irrepetible 'doblete' de la campaña 1995-96, en el que Diego Simeone lucía el 14 en el centro del campo rojiblanco.
El siguiente, un año después, el 17 de mayo de 2014, en una temporada memorable, fue la Liga, anhelada desde hacía 18 años antes y sentenciada en la última jornada con un 1-1 en el Camp Nou ante el Barcelona, con un testarazo del uruguayo Diego Godín en el inicio del segundo tiempo, definitivo para el desenlace del campeonato.
Le siguió luego la Supercopa de España ante el Real Madrid, en 2014, con un 1-1 en el Santiago Bernabéu y un 1-0 en el Vicente Calderón, transformado por Mario Mandzukic nada mas comenzar el encuentro a pase de Antoine Griezmann, y después un parón de cuatro años, hasta el pasado 16 de mayo con la Liga Europa en Lyon, al que hoy dio continuación con la Supercopa: siete títulos en seis años.
A la tercera fue la vencida para Diego Costa
Diego Costa firmó dos goles con el Atlético de Madrid en Tallin ante el Real Madrid. Necesitaba Costa un partido así para sumar confianza y volver a sus orígenes, a aquel Atlético inicial de Simeone.
Siempre fue un tipo que da guerra al Madrid. Especialmente a Sergio Ramos, en su momento a Pepe, y ahora también a Varane. La gran diferencia, a la hora del análisis, en los duelos europeos ante el Real Madrid ha sido Diego Costa. Pelea, aprieta, protesta y además está de dulce.
Por un lado, el fondo de armario que dispone Simeone no tiene nada que ver con el resto de las plantillas que ha dirigido hasta la fecha. Tiene recursos por todos los rincones. Hoy salieron del banquillo Correa, Thomas, Vitolo y Giménez. Y de titulares, aire fresco con Rodri y Lemar, dos fichajes de fuste. Un equipo mucho más sólido.
En la final de Lisboa, en 2014, Diego Costa llegó lesionado. Lo intentó todo. Pero no hubo milagro. Jugó 9 minutos testimoniales y se fue la caseta a las primeras de cambio. Fue un palo duro. En Milán, en 2016, Diego Costa jugaba en el Chelsea.
Siempre le echó de menos Simeone, que pidió por activa y pasiva el regreso del internacional español. A la tercera final europea, llego la vencida para el Atlético de Madrid.
Con buena pretemporada, Diego Costa pudo levantar un título de Supercopa europea, que pone al Atlético de Madrid y su afición con motivos para soñar y llegar a su gran reto en 2019: jugar la final de la Champions League en su estadio, el Wanda Metropolitano.
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