Opinión
Eduardo Florido
El estancamiento retórico de García Pimienta
El frenesí que parece apoderarse de las negociaciones para rematar la nómina de delanteros que tendrá Unai Emery a su disposición da la sensación de que obedece a alguna consigna. Sea así o no, los deberes han empezado por ahí. Este lunes aterrizaba en Sevilla el primer refuerzo del equipo nervionense de cara a la próxima temporada, el rumano Raúl Rusescu, que fue recibido por el mismísimo Monchi en el aeropuerto sobre las cinco de la tarde.
Pero el ex jugador del Steaua, que pasa este martes el reconocimiento médico, no va a ser el único punta en llegar y, aunque todo está a expensas de lo que ocurra con Álvaro Negredo, lo cierto es que los movimientos se están produciendo con bastante celeridad. El vallecano, tarde o temprano, va a salir de Nervión y las posturas con el Atlético de Madrid se están acercando, pero no será antes de que llegue julio. La última propuesta del club colchonero se mueve en torno a los 20 millones de euros más el pase de Leo Baptistao, aunque se trataría de tanteos verbales y no una oferta formal por escrito. Al Sevilla le gustaría esperar una oferta más golosa procedente del extranjero, pero sabe que el jugador tiene un acuerdo con el club de la ribera del Manzanares y que tendrá que ponerse de acuerdo con Cerezo y Gil Marín.
Pero mientras va madurando el segundo gran traspaso de un jugador del Sevilla este verano tras el de Jesús Navas, las gestiones de la dirección deportiva siguen en plena actividad y muchas van enfocadas a seguir reforzando una delantera en la que Babá no tiene sitio y probablemente Manu del Moral tampoco, aunque esto último dependerá de lo que al final llegue.
En este sentido, la opción de Helder Postiga sigue candente y la voluntad del veterano delantero del Zaragoza está haciendo mucho para que la negociación pueda llegar a buen puerto a pesar de que hay vericuetos difíciles de ajustar por la copropiedad que comparten el club maño y el fondo de inversión que controla su representante, Jorge Mendes. "Postiga es un jugador que nos interesa pero en un marco económico determinado. Las pretensiones ahora mismo nos están haciendo mirar otras opciones, pero si entra en cifras, es un perfil que nos interesa", reconoció anoche Monchi.
El futbolista espera atento a cualquier acuerdo, que va a pasar por que sea el superagente portugués el que ceda en la negociación. Postiga tiene un año más firmado con el Zaragoza y Agapito Iglesias, su presidente, exige una compensación por ello teniendo en cuenta el 40% de su pase que se estima que corresponde al club de La Romareda. En esta tesitura, Postiga habría pedido a Mendes que ceda en la medida de lo posible para ver cumplido su objetivo de firmar por el Sevilla, pues es la oferta que más le seduce en estos momentos.
Postiga, tras culminar una buena temporada en la que ha anotado 14 tantos en un club que ha bajado a Segunda, quiere como condición para su nuevo destino un club que dispute competición europea la próxima temporada y el Sevilla es una opción que le gusta por la historia reciente del club. Al delantero, que ha hablado con Beto (su compañero en la selección lusa), no le preocupa que vaya a ser el segundo nueve del equipo. En teoría, Monchi le habría explicado las intenciones del Sevilla de firmar a un sustituto de Negredo en caso de que el vallecano saliera. Y es que el hecho de que los de Emery vuelvan a tener tres competiciones aconseja que la delantera sea una línea suficientemente reforzada. La falta de gol que ha tenido el equipo en la recién concluida campaña no ha sido pasada por alto en las cuentas de los técnicos y los hechos están confirmando esta teoría.
Rusescu, que tiene gol aunque no es un nueve puro, ya está aquí. El próximo puede ser Postiga.
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