Análisis | Morata, una coraza poco justificada

Álvaro Borja Morata Martín es el delantero centro de un equipo que lleva la friolera de cero goles en dos partidos consecutivos. Hasta ahí el dato objetivo, el que no admite discusión alguna para un nueve que estuvo en el campo en 156 minutos de los 180 de los que constaron esos dos encuentros. El debate, innegablemente, está más que justificado más allá de la coraza que todos sus compañeros y cuerpo técnico quieran construir en torno a la figura del futbolista nacido en Madrid el 23 de octubre de 1992, justo cuando concluía la Expo en Sevilla.

Que tanto sus compañeros como el cuerpo técnico de la selección española de fútbol quieran ponerse al lado de Morata es lo más lógico del mundo dentro del universo fútbol. Rara vez, y por eso llama tanto la atención en el caso de Mbappé y Giroud, los futbolistas hacen públicas sus desavenencias. Pero cuando alguien ha tenido la suerte de hablar con tantísimos profesionales siempre quedan frases para el recuerdo y una de ellas apunta que "todos los futbolistas quieren a un nueve que les meta las primas en el bolsillo a través de sus goles, da igual que corra mucho o poco, que las pesetas, ahora los euros, vayan directas a la cuenta bancaria" gracias a esa facultad tan decisiva en el balompié.

Morata se hartó de correr contra Portugal y también volvió a hacerlo el lunes en el Estadio de la Cartuja contra Suecia. En estos tiempos en los que se contabilizan todos los datos, es indudable el trabajo del ariete, pero es igual de objetivo que contra los portugueses tuvo dos ocasiones clarísimas, la última completamente solo delante de Rui Patricio en la prolongación, y frente a los suecos Danielson le abrió todos los caminos para que batiera a Olsen. El futbolista criado en la cantera del Real Madrid no acertó en ninguna de las tres y el resultado final se repitió para que España se quedara con sendos empates a cero.

¿Quiere esto decir que Morata no va a acertar nunca si Luis Enrique sigue otorgándole toda su confianza como hasta ahora? Eso es pertenece al mundo del fútbol ficción y nadie podrá demostrarlo jamás, salvo que juegue y contabilice un porrón de goles para el bien de la selección española, que es, no se olvide, lo que queremos todos los aficionados al fútbol en este país, o casi todos. Lo que sí puede analizarse es la trayectoria de un jugador a través de su producción goleadora.

97 goles en las máximas categorías

Los números establecen que Morata ha marcado 97 goles a lo largo de su carrera profesional, con 269 partidos, según la página flashcore.es, la antigua mismarcadores. Y no es que haya jugado en el Rayo Vallecano a lo largo de su trayectoria, por citar a un club modesto de su ciudad, pues se desempeñó en Real Madrid, Juventus, Real Madrid, Chelsea, Atlético de Madrid y Juventus, casi nada al aparato.

El año que más goles contabilizó en la competición local sumó 15 en 26 partidos con el Real Madrid, muy buena cifra, en la campaña 2016-17. En el resto repitió 12 dos veces en el Real Madrid B (2012-2013) y en el Atlético de Madrid (2019-2020). 11 ha hecho la temporada recién terminada con la Juventus y también con el Chelsea (2017-18). De ahí para abajo siempre.

Sorpresa, por tanto, ninguna respecto a una eficacia realizadora que nunca fue su gran virtud. Eso sí, a la hora de mover millones en el mercado esos valores se multiplican exponencialmente. Transfermarkt le otorga una estimación actual de 45 millones y esa misma web alemana establece que ha movido un total de 179 millones a lo largo de su carrera deportiva. No está nada mal. Según la misma página, el Real Madrid se lo vendió a la Juventus por 20 millones, lo recuperó por 30, lo volvió a vender al Chelsea por 66. El club inglés se lo prestó al Atlético por 18 millones con la obligación de comprarlo por 35 más y después se fue también cedido por 10 millones a la Juventus. Si se multiplican a pesetas, ¡casi 30.000 millones!

Es el resumen de la carrera de un Morata que eso sí cuenta con buenos abogados defensores, al menos públicamente, dentro de la selección española. El último en salir fue Pedri, al que en la Federación Española le encargaron que hablara en el día después del empate contra Suecia. El canario aseguraba en Las Rozas que Morata “está tranquilo” tras ser silbado en el estreno en la Eurocopa 2020 por la afición española en La Cartuja, y se mostró convencido de una rápida reacción con goles, gracias a que le ve “muy fuerte de cabeza”.

La selección arropa a Morata, está claro, y Pedri no iba a ser una excepción. “Es un gran jugador, que nos da mucho. Está tranquilo, sabe que los goles llegan solos y estoy seguro que desde ahora le entrarán. Creo que es mucho mejor jugar cuando la gente te aplaude que cuando te pita, me quedo con los que nos animaron porque nos va a ayudar mucho más quedarnos con lo bueno que con lo malo”.

También Luis Enrique había mostrado el apoyo a su elección como delantero centro en la rueda de prensa posterior al cero a cero y hasta el debutante Laporte concretaba que “Morata va a callar muchas bocas con sus goles”. Ojalá sea así, por supuesto, incluso muchos, probablemente, nos alegraríamos incluso más que quien esas palabras pronunciaba por el bien de España en esta Eurocopa.