Alguien que juegue de cara

El gran problema de este Betis es que lo ve negro cuando de afrontar y superar una defensa bien pertrechada se trata. Por eso fuera de casa es otro. Con espacios y sorprendiendo, los verdiblancos lo ven más claro. Pero si se trata de desenredar la telaraña llevando la iniciativa, malo.

Defensa

Pepe Mel descartó esa opción alternativa de dejarse querer y replegarse ante equipos técnicos y con sus virtudes concentradas en su vanguardia, como es este Celta. Para recomponer la figura como local, la vía fue la contraria: apretar la salida de balón del Celta, con Petros o N'Diaye sumándose a los tres mediapuntas y Rubén Castro para hostigar al céltico que trataba de iniciar la jugada. Esa actitud agresiva y valiente tuvo en la primera parte más rédito en defensa que en ataque: el Betis provocó muchos pases imprecisos de su rival, con lo que la defensa verdiblanca respiró y tiró la línea lejos de Dani Giménez. Augusto Fernández y Wass apenas pudieron pisar el mediocampo bético en disposición de filtrar un pase al desmarque de Iago Aspas o de abrir a una banda para que Bongonda y Nolito probaran a los laterales, la zona blanda de la zaga de Mel.

No obstante, equipos de calidad necesitan poco para originar un fuego. Nolito apareció por dentro y se inventó un último pase en un chispazo genial que interpretó Bongonda con un veloz desmarque a la espalda de Westermann. Un gol de talento ofensivo, más que de impericia defensiva. Esa roja a Jonny en el minuto 48 cercenó mucho la salida olívica, pero Nolito tuvo una clarísima cuando Mel lo arriesgó todo y quitó a Westermann por Van der Vaart en el 75.

Ataque

Ni siquiera que el rival se enrosque definitivamente en su media luna con un jugador menos, con 40 minutos por delante, facilitó las cosas al Betis, que necesitó a alguien que la jugara de cara -al estilo Beñat-, pusiera pausa, criterio y marcara el tempo para llevar los ataques a las zonas adecuadas y aprovechar la acumulación de piezas ofensivas: dos extremos como Joaquín y Vadillo abiertos, dos puntas, Petros llegando desde la segunda línea. Dani Ceballos fue el señalado para hacerlo en esa fase, pero se bloqueó ante la exigencia. Para esas empresas llegó en verano Van der Vaart. Aún se le espera.

Los cambios de Mel fueron giros de tuerca que presionaron más al Celta. Un punta, Molina, por un extremo para buscarle además las cosquillas a un central de 18 años recién salido; un extremo, Vadillo, por un medio defensivo, N'Diaye, que además vio una amarilla; y un organizador por un central para completar la apuesta. De catón. El acoso fue mayúsculo. Pero de acosar a pegar...

Virtudes

Presión adelantada eficaz. El alma de Petros y la vuelta de Vadillo.

Talón de Aquiles

Falta juego de cara ante equipos replegados que esperan.

Uno por uno

Dani Giménez El gol surgió de una veloz jugada que lo sorprendió. Discreto con los pies.

Piccini En su línea de confusión, detrás y delante.

Bruno Otra pérdida grave que queda en nada porque el rival lo perdona.

Westermann Bongonda se le coló por detrás en el gol.

Varela Poco hizo por abrir el campo por su ala.

Petros Provocó la roja, asistió a Molina, dirigió la presión muy arriba y hasta desahogó atrás.

N'Diaye También ayudó a hostigar en posiciones avanzadas. Con la pelota, menos eficaz.

Joaquín No aprovechó tener enfrente al lateral Planas, un flan. Una falta al palo.

Dani Ceballos Se fue retrasando a medida que entraban piezas ofensivas para verlo más de cara. Pero no lo vio claro. Se atenazó.

Cejudo Un buen tiro.

Rubén Castro Esta vez no estuvo fino con el estoque.

J. Molina Dispuso de varias.

Vadillo Abrió un camino.

Van der Vaart Nada cambió.