Alexis, entre el deporte y la familia
El canario gestiona un club deportivo en Las Palmas y juega a fútbol y pádel
Te ve llegar y se le adivina nostalgia en un rostro siempre sonriente. Echa de menos Sevilla. No ha regresado desde que Manuel Ruiz de Lopera no se dignase siquiera a decirle adiós y de eso han pasado ya casi cuatro años. Alexis Trujillo Oramas vive bien en Las Palmas. Su familia siempre está a su lado y se le ve feliz. Añora el fútbol, pero da la impresión de que pronto volverá. Mientras mata el gusanillo comentando los partidos de Champions y de Segunda División para la televisión canaria. A veces forma collera con otro ex bético, el romano Pier, afincado por siempre en Santa Cruz de Tenerife.
"Tengo que recoger el título de entrenador nacional, pues ya me lo saqué. Será entonces cuando me plantee entrenar si sale alguna cosa interesante. ¿El Betis? Nos fuimos bastante jodidos, de una forma que no esperábamos, pero ya es pasado. Allí disfruté más que en ningún lado pero como jugador", dice mientras habla con sus hermanas Sara y Geter y nos presenta a su padre en las instalaciones deportivas Puerto Sport, en el muelle del Puerto de la Luz, que la familia Trujillo gestiona y dirige. Su padre, no; don Blas tiene 77 años y sólo se dedica a pasar allí los días. "Mi mujer murió hace 21 años y si me quedo en casa me da por pensar; así que me vengo aquí con mis hijos", relata un hombre orgulloso de sus vástagos: "A Alexis lo quieren mucho en Sevilla y mi otro hijo, Blas, es un gran político del Partido Socialista".
Alexis, de 44 años, tiene una hija de 21 y otra de 16 que es medio sevillana. Ha formado en su club un equipo de veteranos con el que juega los viernes; los lunes y jueves imparte magisterio activo de fútbol sala y, además, todos los días juega al pádel. "La verdad es que no paro y el pádel me encanta, pero ahora por culpa de una rodilla llevo casi un mes sin hacer nada y ya he puesto algún kilo", se queja el canario, cuya imagen no ha cambiado con los años y quien mantiene vínculos con Sevilla a través de Márquez y Merino, con quienes tiene negocios de inmuebles, y del periodista Fran Ronquillo, muy amigo suyo. "Javier, el Enano me acaba de llamar. ¿Y cómo está Araújo?", comenta y pregunta con arte.
Volvemos al Betis, a Lopera, a su última etapa. "Serra comentó tras ganar la Copa del Rey que el Betis sería lo que él quisiese, y así es. Yo a Lopera lo conocí de una manera y me fui del Betis pensando cómo era posible que nos fuésemos de esa forma, sin ni siquiera llamarnos, cuando todos los béticos querían que nos quedásemos. No sé qué pudo pasar, me marché del Betis con muchas dudas, pensando que mientras más quieres a ese club, peor sales; no sé…", lamenta Alexis, quien tenía pensado ver el partido con unos amigos en su casa pero que ha sido invitado por la UD Las Palmas al palco al tener el día libre con la TV Canaria.
Lógicamente, su corazón está dividido para el partido de mañana. "Las Palmas tiene mucha ansiedad. La última vez con Kresic le fue bien y ahora creyeron que iban a ascender. Las cosas han ido mal y la gente ha perdido la ilusión. Son los dos equipos de mi vida, el que me dio la oportunidad de darme a conocer y donde más disfruté jugando al fútbol. Sólo quiero que ambos logren sus objetivos de permanencia y ascenso. ¿Mañana? Que ganen los dos", apostilla Alexis, quien es capaz de mantener una conversación casi paralela con su amigo Suso, madridista confeso, en la mesa que compartimos. "Preferiría ser de un Barça eliminado como lo fue que de un Inter así clasificado, sin tirar a puerta", reconoce, mientras disecciona la táctica de Pep Guardiola aquel día y coge las llaves del coche para ir a otro club a ver a su hija menor jugar al pádel de competición. No para. Lleva una vida intensa, muy activa, en una ciudad donde la tranquilidad y la armonía difícilmente se rompen.
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