Alaya se da prisa
La juez se vio con Estepa el viernes y le habría comunicado que en un mes emitirá un auto de procesamiento. El cordobés, que le habría adelantado las urgencias deportivas, informó a Platas.
No es la primera vez que surge el rumor. Es más, cíclicamente hace más de un año que se escucha que el fin de la instrucción del caso Lopera está próximo, pero por diversas causas se ha venido dilatando. Hoy, una vez que la Audiencia Provincial desestimó la recusación de la juez Mercedes Alaya solicitada por Luis Oliver, no hay motivo alguno, recopilados todos los datos y con los dos informes periciales conclusos desde hace meses, que pueda dilatar más el proceso.
Y así lo han entendido todas las partes, desde un Manuel Ruiz de Lopera hiperactivo en las últimas semanas hasta las plataformas denunciantes, como puso de manifiesto hace unos días el portavoz de Béticos por el Villamarín, Emilio Soto. "La instrucción estará acabada en un mes", comunicó a El Desmarque.
Sean noticias que no se pueden desvelar, sensaciones o puras intuiciones, lo cierto es que tienen su fundamento. Y así lo justificarían las recientes y continuas visitas del nuevo administrador judicial y consejero del Betis, Francisco Estepa, a Alaya, principalmente una acaecida el pasado viernes día 2 de mayo a mediodía y que no se alargó más allá de los quince minutos.
En días anteriores, éste le habría informado de su intención de reunirse el pasado martes, como así hizo, con las plataformas y, sobre todo, de las urgencias deportivas de la entidad verdiblanca, ya que hubiera un cambio o no de timón, no es bueno que el proceso se dilate por cuestiones de planificación. Además, la propia juez no está dispuesta a recibir ningún apremio más de la Audiencia y ya tiene vía libre para pronunciarse.
Así, el viernes, en el breve vis a vis que mantuvo con Estepa en el Juzgado de Instrucción número 6, Alaya le habría comunicado que en un mes habrá fumata blanca. Acto seguido, nada más salir del juzgado, el administrador judicial se reunió con el presidente del Betis, Manuel Domínguez Platas, para informarlo de su despacho con la juez.
Si los indicios, ahora más fundados que nunca por provenir de las tres partes del proceso, son ciertos, Alaya emitiría un auto de procesamiento sobre finales de mayo, al observar indicios de algún tipo de delito societario por parte de Lopera y, posiblemente, mantendría las medidas cautelares que dictó en 2010.
Inmediatamente, se pronuciarían las partes, siendo previsible el recurso de Lopera ante la Audiencia, la aprobación de la acusación particular y la duda de qué hará la Fiscalía, que también podría efectuar alguna alegación. No hay que olvidar que el Ministerio Fiscal ha llegado a solicitar en dos ocasiones el levantamiento de las medidas cautelares y que no acuerda algunas de las actuaciones seguidas.
Luego, a la Audiencia, se le abre un abanico con tres posibilidades. La primera sería confirmar íntegramente el auto de la juez; la segunda sería hacerlo parcialmente, es decir, con el levantamiento de las medidas cautelares, y la tercera, estimar las alegaciones de Lopera y/o de la Fiscalía si observa que no existe indicio alguno de criminalidad en la actuación de Lopera y archivar el auto, contra el que no cabría recurso alguno.
En principio, aunque suelen surgir contratiempos, este ínterin duraría un mes más, es decir, la solución definitiva se sabría en torno al cierre de la temporada futbolística, el 30 de junio de este año. Ésta sería la razón de que la renovación del consejo, en el que se pretende sangre bética y de fútbol, esté algo paralizada.
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