Alarma roja en el área

Las planificaciones son así. Nunca se puede prever lo que va a dar de sí el mercado. El problema es que el sevillismo no entiende que siempre ocurre lo mismo con los jugadores a los que -porque se lo ganan- coge cierto aprecio. En este caso los goles de Gameiro están frescos, igual que fresca está la venta de Krychowiak por algo más de 30 millones de euros, una cifra que al sector más radical de la afición pareció insuficiente.

Cierto es que aquello mismo sirvió para abonar el argumento esgrimido por sus dirigentes. "Esta venta nos permite ser más fuertes, retener a nuestras estrellas y hacer un equipo mejor", dijeron. Un grave error pronunciar sentencias así en el cambiante mundo del fútbol.

El Sevilla se ve ahora, a dos semanas y dos días de disputar la Supercopa de Europa ante el Real Madrid, sin saber con qué delantero podrá contar Jorge Sampaoli. El juego a tres bandas entre Kevin Gameiro, el Barcelona, el Atlético de Madrid y Luciano Vietto tiene al goleador francés en Alemania como centro de todas las miradas y con las maletas preparadas. En el Sevilla tienen asumido que no van a pasar muchos días para que se produzca su marcha, con casi toda probabilidad al vestuario de Simeone, cuyos integrantes parten hacia Australia, donde va a realizar la pretemporada, este mismo martes. Pese a las presiones que el consejo está recibiendo con respecto a su precio y que su postura no debe moverse más allá de la intransigencia de lo que pone en su cláusula, 40 millones, también está más que presente la posibilidad de que salga por una cifra menor, siempre por encima de los 30 aunque se acerque lo más posible a la franja que fija su contrato por medio de bonus y variables.

El jugador, de 29 años, ha llegado a un acuerdo hace varios días para percibir un jugoso contrato en el Atlético y sólo espera que el Sevilla pueda anunciar un sustituto. En este sentido, Monchi tiene un par de objetivos claros. El primero es Lucas Pérez, por quien ha realizado una oferta al Deportivo que aún no ha contestado. O mejor dicho, lo ha hecho remitiéndose a su cláusula: 20 millones. Es el preferido y tiene el plácet de Sampaoli, quien también ha apuntado a Vargas pero que se contenta con lo que Monchi pueda cerrar. Otro nombre propio es el de Vietto. Pese a que el Barcelona tiene muy avanzado su fichaje e incluso se ha anunciado por 22 millones en la prensa catalana, lo cierto es que el jugador no ha firmado aún y el Sevilla espera incluso recibir una respuesta del argentino.

Mañana lunes tiene pinta de que todo se acabe desencadenando. Y mientras, Llorente e Immobile se quedaron en Sevilla. El italiano está a punto de ser vendido a la Lazio por entre 8 y 9 millones y con el riojano el club ha intentando mandarle un mensaje claro para que acelere en las propuestas que tiene. Así, Juan Muñoz, descartado en Orlando, está otra vez aquí. Y de momento es casi el único.