Aire para la delantera

Para abrochar la plantilla, al Sevilla le falta un delantero. El nuevo refuerzo no sería sino el perejil del guiso, la guinda del pastel, ese futbolista llamado a insuflar de aire con un gol o con un pase cuando escasee el oxígeno en las piernas de los compañeros. No se puede decir que la dirección deportiva del club no haya acometido el plan de refuerzos con presteza. Todo lo contrario. Los deberes de pretemporada, en esta ocasión, han estado resueltos antes que en las pasadas cinco temporadas. La competición obliga y ésta no hace sino comenzar para el Sevilla en el corto periodo de nueve días, en Tiflis.

No se descarta, en cualquier caso, que ese delantero que ya se precisaba tras los traspasos de Carlos Bacca y de Iago Aspas aterrice en Nervión tras el inicio de la Liga. El plazo de fichajes no concluye hasta el 31 de agosto y es de sobra conocido el frenesí del cambalache de jugadores en esos últimos días del mes.

Lo que parece evidente para el aficionado es que no son suficientes Gameiro e Immobile, con el apoyo de Juan Muñoz, como delanteros puros en un plantel que esta temporada estará expuesto a mayores exigencias. Y las dudas generadas en este tiempo de laboratorio recomiendan el esfuerzo por otro punta.

A Gameiro le pesa lo mismo que le ha pesado en el global de su estancia en Sevilla: las lesiones. Ante el Stade de Reims volvió a avisar y el viernes, en el amistoso frente al Watford, ni siquiera se vistió de corto. Se pide paciencia.

Tampoco ha comenzado con buen pie Immobile, que el viernes tuvo que salir en camilla tras recibir un fuerte golpe en el pómulo que le provocó una traumatismo craneoencefálico. El club informó ayer de que el delantero napolitano, aunque sin problemas, debe reposar 48 ahoras. Con todo, hay cierta inquietud por su falta de acoplamiento. Más paciencia.

En ambas ocasiones fue Juan Muñoz quien sustituyó a los delanteros, auque es difícil que sea el primero del equipo y, por tanto, disfrute de minutos, de ahí que la cesión sea la opción más viable para su prometedor futuro.

A falta de los retoques de los grandes equipos, y los consecuentes descartes, siguen sonando nombres para ese puesto en el Sevilla. Se ha atribuido interés por Soldado -cerca del Benfica- o de Fernando Llorente -con varias novias de postín también-. No será por falta de liquidez. De eso, tras las ventas, el Sevilla está bien servido: de unos 20 millones dispone para gastar... si quiere.