Agonía hasta el final

Betis | murcia · sala de prensa

"El ascenso es casi una quimera", dice Víctor Fernández tras un nuevo traspié que coloca al equipo es una difícil situación

El Betis deja escapar otros dos puntos en casa ante el Murcia. / Antonio Pizarro
El Betis deja escapar otros dos puntos en casa ante el Murcia. / Antonio Pizarro
Samuel Silva / Sevilla

10 de mayo 2010 - 05:02

Ya no caben medias tintas a la hora de valorar la temporada del Betis y Víctor Fernández fue rotundo en su discurso. "El ascenso es casi una quimera", llegó a decir el técnico verdiblanco, que no quiso ampararse en las matemáticas para esconder una realidad evidente a todos: hoy por hoy, el Betis está más cerca de condenarse a otro año en Segunda que de alcanzar el único objetivo.

"Ha sido un partido con una tensión desmedida y un agobio brutal. No hay que hablar de crisis ni pensar todavía en el año que viene. Te puedo hablar de lo que ha ocurrido durante el partido. El ascenso es casi una quimera no por nada, sino por los recursos de los que disponemos y por las sensaciones que estamos mostrando. Si hablamos de los números, seríamos malos profesionales si estando a seis puntos bajáramos los brazos. Teníamos unos recursos y en el momento en el que perdemos alguno de ellos, el equipo lo nota mucho", comentó el técnico, que lamentó la carestía de efectivos: "A nosotros nos han faltado elementos importantes futbolísticamente hablando que no nos pueden faltar. La alineación que he configurado es el equipo que más se acercaba al once que ganó varios partidos y que mostró sensaciones muy buenas. Eran nueve jugadores que la afición e incluso la prensa recitaba de memoria. Es difícilmente explicable y cuando perdemos recursos y tenemos adversidades, nos cuesta muchísimo. Dentro de lo que hemos ofrecido en Las Palmas y hoy, el fútbol ha sido algo injusto con nosotros".

El técnico lamentó que en una jugada aislada se le pusiera el partido en contra. "Tampoco tenía aproximaciones el Murcia y no era un rival que nos estuviera amenazando pero podían ocurrir cosas, como un despiste o un resbalón que nos hiciera perder el control que teníamos. Esa jugada que hemos tenido ya nos ha hecho ir a contracorriente y es difícil encontrar un plan b desde el terreno de juego", señaló el técnico, que entendió las quejas de la afición y apuntó la necesidad de renovar el vestuario: "No podemos reprocharle nada porque han animado hasta el final, pese a lo que les hemos ofrecido en el terreno de juego. La historia del fútbol se escribe siempre de la misma forma, hay gente que lleva muchos años en un mismo club pero a su vez necesita salir para tomar aire".

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