Hasta El Cid se hizo del Betis

8 de mayo de 1994. El Betis regresaba a Primera División después de una travesía del desierto de tres años que había incluido la Expo. El ascenso matemático se produjo en Burgos en la penúltima jornada. El triunfo, con dos goles de Luis Márquez y el Toro Aquino, certificó el anhelado regreso. El Betis no estuvo solo en El Plantío. Cinco mil aficionados le acompañaron. Hasta el Cid se hizo ese día del Betis.

A siete minutos del final, Rafael Gordillo entraba por Alexis Trujillo. Volvía a Primera contra el Burgos, equipo al que se enfrentó en su debut el 30 de enero de 1977 en Heliópolis, cuando entró por Cardeñosa. De aquel Gordillo de 19 años a éste con 37 que casi le doblaba en edad, con el entusiasmo intacto. Los mismos 19 años que tenía Alejandro Ruesga, el autor de las fotografías. Estaba en Diario 16 y era su primer viaje profesional. Ahora trabaja en El País y ha cubierto Eurocopas, Juegos Olímpicos y Mundiales de Fútbol, incluido el de Sudáfrica. El 10 de mayo de 1994, dos días después del partido, Nelson Mandela juraba como presidente de Sudáfrica después de permanecer 27 años en la cárcel por condenar el appartheid. El 11 de mayo de 1994 cumplía 10 años Andrés Iniesta, un niño nacido en un pueblo de Albacete que anotaría el gol del Mundial.

El Betis, entrenado por Lorenzo Serra Ferrer, jugó con Diezma; Márquez, Merino I, Olías, Ureña; Julio Soler, Cañas, Roberto Ríos; Alexis, Cuéllar y Aquino. Cientos de béticos viajaron en el AVE. Salieron muchos autobuses. Uno de ellos del Círculo Bético Augusto. Entre los expedicionarios, el cantaor José el de la Tomasa, que llevaba una olla de guisado de jarrete que hizo su mujer; el ex presidente de la Junta José Rodríguez de la Borbolla, que compuso unas sevillanas verdiblancas inspiradas las de Martirio. Gregorio Conejo, relaciones públicas del Betis, avisó en la Maestranza que sonaran los clarines cuando se certificara el ascenso. En ese autobús viajaba Juan Manuel Cobo, capitán del Betis que en 1977 ganó la primera Copa del Rey, con el testimonio gráfico de Ruesga Bono, el padre de Alejandro Ruesga. El ritmo lo ponían Manuel Mairena, El Mani y Antonio González El Raya.

Había motos en Jerez y mayo de 1994 empezó con el accidente en el circuito de Imola que le costó la vida al automovilista brasileño Ayrton Senna. El siglo XX apuraba sus últimos flecos. Dos días antes del partido, la reina Isabel II de Inglaterra y François Mitterrand inauguraban el Eurotúnel del Canal de la Mancha. No existía el euro, pero ya había túnel. Gorbachov estaba de visita en España. El cantante Rubén Blades se presentaba como candidato a la presidencia de Panamá y la infanta Elena, un año antes de casarse en Sevilla, inauguraba una sede del Instituto Cervantes en Filipinas.

El Sevilla recibía en Nervión al Albacete. Lo derrotó con goles de Moya y Simeone. Terminaba la Liga en el Camp Nou, convidado de piedra de la tercera Liga consecutiva del Barcelona, gracias al penalti que Djukic falló en Riazor contra el Valencia. Ese año, el Betis de Segunda, todavía entrenado por Sergio Kresic, eliminó al Barça del Dream Team entrenado por Johan Cruyff en la Copa del Rey con un gol del ferrolano Juanito.

La euforia de Borbolla con el ascenso bético contrastaba con los apuros de su seguidor en la presidencia de la Junta. Chaves era testigo el 6 de mayo de 1994 del intento de boicot de un mitin de Felipe González por parte de trabajadores de Santana Motor, Gillette y Santa Bárbara. El PSOE, como el Betis, también estaba a punto de iniciar su travesía del desierto. Baltasar Garzón renunciaba a su escaño y dimitía como número dos del Ministerio de Justicia.

El Betis bajó a Segunda en 1991, recién llegado Alejandro Rojas-Marcos a la alcaldía. El regidor, pese a no ser muy futbolero –más tibio que peroné–, salió a celebrar el ascenso, tocando el tambor a hombros de enfervorizados béticos. Cuatro días después, anunció la candidatura de Sevilla a los Juegos Olímpicos de 2004. El enésimo espejismo. Hace 25 años Borrell ya era ministro (de Obras Públicas) y Sánchez Gordillo alcalde de Marinaleda. Los jornaleros del Sindicato de Obreros del Campo ocupaban Canal Sur, San Telmo y cortaban la Palmera, alfombra urbana de la apoteosis verdiblanca. Fue el primer ascenso de Lopera.