Hugo Mallo, acusado de abuso sexual por tocar los pechos a la mascota del Espanyol
El ex jugador del Celta, ahora en el Internacional de Porto Alegre se enfrenta a dos años de multa por tocamientos debajo del disfraz a la denunciante en 2019
El ex lateral del Celta de Vigo Hugo Mallo y actualmente en el Internacional de Porto Alegre, ha sido acusado de un delito sexual ocurrido antes de un partido entre el equipo gallego y el Espanyol en el estadio de Cornellà-El Prat en la temporada 2018-19, según publicó el diario As.
Según el citado medio, que ha tenido acceso directo a la denuncia de los hechos, el jugador realizó tocamientos a una trabajadora del club barcelonés. Los hechos sucedieron el 24 de abril de 2019 en el estadio de Cornellà-El Prat antes de un partido de Liga y se habrían llevado a cabo ya sobre el césped del feudo blanquiazul, renombrado como Stage Front Stadium, al finalizar el típico pasamanos entre los 22 futbolistas de los dos equipos.
Según la denuncia, Hugo Mallo realizó tocamientos a una de las mascotas del equipo azulgrana. “Cuando Hugo Mallo llegó a la altura de las mascotas, al periquito le dio la mano como se hace habitualmente, pero cuando llegó a la Sra. Ana (la denunciante), que en ese momento estaba haciendo el papel de la periquita, éste introdujo las manos bajo el disfraz y le hizo tocamientos en los pechos”, recoge la denuncia, efectuada el 25 de abril de 2019 por la presunta víctima ante los Mossos d’Esquadra, a la que ha tenido acceso As.
“Según la declarante, le cogió los pechos con las manos y comenzó a hacer movimientos”, se añade en la misma.
El próximo 11 de julio, el ex capitán del Celta, de 32 años, tendrá que someterse a un juicio oral por supuesto delito sexual en el Juzgado de lo Penal número 19 de Barcelona. La Acusación y la Fiscalía coinciden en solicitar una pena de 24 meses de multa.
Mallo, que fue citado el 10 de julio de 2019 para declarar, defendió entonces su inocencia y negó la comisión de ningún delito. Su versión ante el juez se basó en que saludó con normalidad tanto a los futbolistas como a las mascotas, cuyo género dijo desconocer, y en que estaba concentrado en un partido donde el Celta se jugaba el descenso, sin reparar en si la periquita había retrocedido en el momento de su saludo. Añadió que en el vídeo no se aprecia ningún movimiento anómalo por parte de él y que acto seguido se encaminó a realizar ejercicios. Y sostuvo que él era sabedor, lógicamente, de que el partido se emitía por televisión con público en directo y ante multitud de cámaras.
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