Seis libros para combatir el confinamiento en clave de mujer
La batalla en casa al Covid-19
Selección de obras sobre la situación y la desigualdad que sufre la mujer en la sociedad actual
El Día de la Mujer se celebra cada 8 marzo desde 1910 pero hasta hace un par de años la cita apenas tenía relevancia en el calendario. Nada que ver con el panorama actual, en el que cuesta encontrar medios que se hayan resistido a publicar los lemas que han inundado las pancartas feministas hace unas semanas: ¡Sola o borracha, quiero llegar a casa!, Sin Hermione, Harry Potter habría muerto en el primer libro, Yo elijo cómo me visto y con quién me desvisto o El patriarcado nos oprime, el feminismo nos hace libres, entre otros.
Pero no hace falta que sea el Día de la Mujer para reivindicar la igualdad ni, por ejemplo, aprender sobre la lucha feminista. Todavía hay muchas mujeres a las que les cuesta creer en sus capacidades y en sus derechos. ¿Pero qué es eso de empoderarse? El concepto de empoderamiento femenino surge por la necesidad de otorgar y de poner en valor la presencia de la mujer en todos los ámbitos de la vida.
Según la ONU, “es imprescindible empoderar a las mujeres desde su infancia para asegurarles un futuro con igualdad”. ¿Y esto cómo se consigue? Con información sobre el pasado, el presente y el futuro de la realidad de las mujeres en nuestra sociedad.
Estos seis libros, que te recomendamos aprovechando las actuales semanas de confinamiento en casa por la crisis del coronavirus, te ayudarán a tener una opinión crítica sobre la situación y la desigualdad que sufre la mujer:
La carga mental femenina de Sara Bruna Moreno
La carga mental es el síndrome de las mujeres que viven abrumadas por el cúmulo de responsabilidades de su vida cotidiana. Porque, mal que nos pese, la lucha por la igualdad en el ámbito profesional no ha ido pareja a un reparto equilibrado de las tareas del hogar. El resultado: mujeres que viven con el doble peso de su vida laboral y familiar. El libro aborda este problema dándole visibilidad y asumiendo un hecho inequívoco: que la conciliación no existe.
La guerra más larga de la Historia de Lola Venegas
Este libro, entre el reportaje periodístico y el ensayo divulgativo, habla de crímenes de honor, de abortos clandestinos, de manadas, de matrimonios infantiles, de los castigos a las insumisas, de prostitución y trata, de la ablación femenina. Y también de otras violencias, más sutiles, menos evidentes… Es la guerra más larga de la historia. Y aún no ha terminado.
Tierra de mujeres de María Sánchez
A partir de historias familiares, de reflexiones sobre ciencia y literatura fruto de sus lecturas y de algunos de los conflictos que asolan al medio rural en España, este libro viene a llenar un hueco en el debate sobre feminismo y literatura rural. Busca ofrecer una visión de la vida en campo realista, alejada de las postales bucólicas dadas desde las grandes ciudades, y subrayar el peligro de perder para siempre un conocimiento hasta ahora transmitido de generación en generación.
Las chicas son rockeras de Miguel Ángel Bargueño
Este libro analiza cuál ha sido el papel de la mujer en el mundo de la música rock, claramente dominado por los hombres. Este recorrido comienza en los años 60, y con una estructura cronológica, nos lleva hasta la actualidad, e incluso pone la mirada en el futuro, y en las artistas emergentes, y cuál se espera que pueda ser su aportación a la historia de la música.
Señoras fuera de casa de Raquel Sánchez
Este libro se adentra en la España del siglo XIX para dar a conocer la historia de las mujeres que tuvieron un papel significativo en la esfera pública a través de sus actividades políticas, profesionales y artísticas. Aunque muchas de ellas no pretendieron mejorar la situación femenina ni romper con los discursos, su ejemplo visibilizó una forma distinta de “ser mujer”.
De tal madre, tal empresa de Sarah Lacy
Un alegato en favor de las madres trabajadoras, más ambiciosas, más creativas y más productivas de lo que se cree. ¿Quién no ha oído nunca eso de que las madres no rinden en una empresa porque tienen la cabeza en otra parte? La propia Sarah Lacy pensaba así, hasta que fue madre: "Estaba más centrada, ambiciosa, productiva. Seguí siendo la misma, pero para mejor".
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